El Papa Francisco era un hombre con unas inmensas ganas de vivir. Lo demostró el Domingo de Pascua, con sus últimas fuerzas, saliendo a dar la bendición Urbi et Orbi y a despedirse, sin saberlo, de los fieles en la plaza de San Pedro. También era un hombre con un gran sentido del humor, incluso cuando se trataba de pensar en cuando él ya no estuviera.
Por ejemplo, en 2021, cuando Giuseppe La Placa, obispo de Ragusa (Italia) invitó al Papa a visitar su diócesis por su 75 aniversario, que tiene lugar este 2025, este, sonriendo, le respondió: “Será Juan XXIV quien haga la visita”. Curiosamente, en esta broma se escondía una triste profecía de Francisco, ya que la diócesis de Ragusa cumple 75 años justo el 6 de mayo, uno de los días en los que se baraja que dé comienzo el cónclave.
Pero, ¿quién es (o podría ser) Juan XXIV? Es cierto que Francisco nombró a gran parte de los cardenales que entrarán a la Capilla Sixtina para elegir a su sucesor, pero esto no quiere decir que todos ellos ‘comulguen’ totalmente con las decisiones de Francisco durante su pontificado. Jorge Mario Bergoglio no señaló a sus favoritos entre los cardenales, pero ese nombre con el que bromeaba, Juan XXIV, dice mucho del pontificado que soñaba tras su muerte.
Para entenderlo basta con mirar la figura del anterior “Juan” que ocupó el Trono de Pedro: Juan XXIII. Conocido como “el Papa bueno”, Angelo Roncali fue un defensor de la paz en pleno contexto de la Guerra Fría, pero, sobre todo, fue el Papa que, apenas tres meses después de haber sido elegido, puso en marcha el Concilio Vaticano II, cuyos frutos Francisco se ha encargado de reivindicar a lo largo de todo su pontificado.

Pero, ¿quién podría ser ese Juan XXIV? Lo cierto es que hay varias opciones. Ejemplo de ello es el cardenal colombiano Luis José Rueda. Con un marcado perfil social, podría tomar el testigo de esa reivindicación por los más pobres y la Iglesia en salida hecha por el Papa Francisco. Aunque lo cierto es que él no se ve como papable, ya que está convencido de que “no da el perfil”.
El cardenal Luis Antonio Tagle también podría ser un buen “Juan XXIV”. Entre 2015 y 2023 fue presidente de Caritas Internationalis, y, en 2022 fue llamado a Roma para ser pro-prefecto de la Sección para la primera evangelización y las nuevas iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización. Además, el aprecio del Papa Francisco por la vida consagrada podría verse reflejado también en la elección de perfiles como el del español Cristóbal López, salesiano y arzobispo de Rabat.
Matteo Zuppi es uno de los nombres más sonados como posible futuro Papa, y podría encajar también en ese supuesto ‘Juan XXIV’. Y es que el actual presidente de la Conferencia Episcopal Italiana ha sido, en los últimos años, el hombre de confianza de Francisco a la hora de mediar en el conflicto de Rusia y Ucrania. Muy cercano a Francisco era también Konrad Krajewski, conocido como el ‘limosnero’ del Papa. Al frente de la Limosnería Apostólica, el cardenal polaco se ha encargado de invitar, en múltiples ocasiones y en nombre del Papa, a pizza a los sintecho de Roma, así como de viajar a Ucrania varias veces para llevar material sanitario –incluso ambulancias– a la zona de conflicto.
Dos figuras más podrían encajar en el perfil deseado por Francisco: el francés Jean-Marc Aveline, cardenal de Marsella y muy en la línea de Francisco con el asunto de la migración, proponía el año pasado la posibilidad de hacer un Sínodo sobre el Mediterráneo. Asumiría, del mismo modo que lo hizo Juan XXIII durante la Guerra Fría, uno de los grandes problemas de su tiempo; por otro lado, el estadounidense Robert McElroy, también conocido por su defensa a los migrantes y sus críticas a Donald Trump, centraba el inicio de su ministerio como arzobispo de Washington en la esperanza y la misericordia, dos palabras clave en el pontificado de Francisco.
Tarde lo que tarde el cónclave en elegir al sucesor de Jorge Mario Bergoglio, lo cierto es que hay algo claro: el nombre que elija como Papa será toda una declaración de intenciones.