El incidente protagonizado por la influencer británica Chloe López, quien decidió grabarse mientras dejaba su ropa interior en una bandeja de pan en un supermercado Mercadona, ha generado un tsunami de indignación en redes sociales. La escena de la denominada influencer de Mercadona, que se ha viralizado con rapidez, muestra a la joven quitándose las bragas discretamente para luego depositarlas en la sección de panadería. Todo ello ante el asombro de una mujer que compraba a su lado.
El vídeo de la influencer de Mercadona fue compartido en TikTok y otras plataformas por la propia Chloé López, quien cuenta con cientos de miles de seguidores. Sin embargo, lejos de recibir la atención positiva que buscaba, el clip ha sido criticado ampliamente por usuarios de todo el mundo, que han calificado el acto como “asqueroso”, “irresponsable” y “peligroso para la salud pública”. En pocas horas, el contenido alcanzó millones de visualizaciones. Al mismo tiempo, recibió una avalancha de comentarios pidiendo sanciones legales contra la influencer y medidas por parte de Mercadona.
El contexto en el que surge este vídeo no es aislado. Chloé López es conocida por realizar este tipo de retos en diferentes establecimientos. Algo que ha repetido en gasolineras, escaleras mecánicas y otros espacios públicos. Esta conducta, que podría clasificarse como soft porn, ha sido duramente criticada por la sexualización innecesaria de situaciones cotidianas y por el claro riesgo sanitario que implica. Compartimos el vídeo a continuación:
Dicen que es la influencer inglesa Chloe López, y que está de visita por España.
Yo no sé si se va a poner de moda el ir dejando la ropa interior en las bandejas del pan de los Mercadona, pero la chica es un poco cerda.
Espero que no se extienda está tendencia 🐽 pic.twitter.com/R9mXcVdJnv
— David (@Dsagunt) August 13, 2024
La cultura del “todo vale” por la viralidad: el caso de la influencer de Mercadona
Este incidente es solo un reflejo más de una tendencia preocupante en el mundo de las redes sociales, donde algunos creadores de contenido están dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de obtener notoriedad. La búsqueda desesperada de “me gusta” y seguidores ha llevado a la normalización de comportamientos que cruzan límites éticos y legales.
El caso de Chloe López no es un hecho aislado. En los últimos años, hemos visto un aumento de retos y contenidos que ponen en peligro la seguridad de las personas o que se inscriben en la categoría de lo moralmente reprobable. Estos actos no solo representan una amenaza para quienes los ejecutan. También afectan a terceros, como en este caso. A fin de cuentas, los clientes del supermercado se ven expuestos a un riesgo sanitario innecesario. Y todo por la estupidez de una persona.