El pasado 19 de agosto de 2024, el mundo se despidió de María Branyas Morera, reconocida oficialmente como la mujer más vieja del mundo, tras haber alcanzado la asombrosa edad de 117 años. Nacida en San Francisco, California, el 4 de marzo de 1907, María vivió una vida marcada por eventos históricos y desafíos personales. Sobrevivió a dos guerras mundiales, la Guerra Civil Española y las pandemias de gripe española y COVID-19.
María Branyas fue hija de padres españoles que emigraron a Estados Unidos desde México. Su familia regresó a España en 1915, en medio de la Primera Guerra Mundial. Un viaje marítimo peligroso que, además, se cobró la vida de su padre, quien falleció de tuberculosis a bordo del barco. La tragedia temprana marcó el inicio de una vida que sería un testimonio de fortaleza y longevidad. Su historia es una crónica de perseverancia y adaptación en tiempos difíciles. Una vida que abarcó cambios sociales, tecnológicos y políticos sin precedentes.
A lo largo de su vida, María Branyas residió en Cataluña, donde se casó con un médico y tuvo tres hijos, once nietos y numerosos bisnietos. Su familia siempre destacó la importancia de la genética en su longevidad. Pero también atribuyeron su larga vida a una actitud positiva y a su capacidad para sobrellevar las adversidades sin amargura. La mujer más vieja del mundo a menudo compartía sus reflexiones en su cuenta de redes sociales —gestionada por su familia—, donde se describía a sí misma como “vieja, muy vieja, pero no idiota”.
¿Cómo envejeció la mujer más vieja del mundo?
A pesar de su avanzada edad, María Branyas mantuvo una lucidez impresionante hasta el final. Recordaba con claridad eventos de su infancia y seguía interesada en la actualidad. Incluso ofrecía consejos y reflexiones a sus seguidores. En su residencia en Olot, Cataluña, donde vivió los últimos años de su vida, la mujer más vieja del mundo era una figura muy querida y respetada. No solo por su edad, sino por la sabiduría que compartía con quienes la rodeaban.
En enero de 2023, María Branyas fue oficialmente reconocida por Guinness World Records como la persona viva más longeva del mundo. Esto sucedió tras el fallecimiento de la francesa Lucile Randon. Durante su vida, fue testigo de algunos de los eventos más significativos del siglo XX y XXI, y su longevidad la convirtió en un símbolo de resistencia y adaptabilidad humanas.
“I quan la meva veu calli amb la mort, el meu cor et seguirà parlant d’amor” (Tagore).
Em sento feble. S’acosta l’hora. No ploreu, no m’agraden les llàgrimes. I sobre tot no patiu per mi. Ja em coneixeu, allà on vagi serè feliç, doncs d’alguna manera us portaré sempre amb mi.— Super Àvia Catalana (@MariaBranyas112) August 19, 2024
Apenas unos días antes de su fallecimiento, María Branyas expresó a su familia y seguidores en redes sociales que sentía que su tiempo se acercaba. “La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha”, escribió. Unas palabras que reflejan su espíritu: así vivió y así murió la mujer más vieja del mundo. Descanse en paz.