Aunque por descontado detectar red flags es clave para huir de relaciones tóxicas o para ver las señales que indican que, definitivamente, esa persona no es para nosotros, en realidad nos hemos obsesionado en muchos casos con encontrar defectos a nuestras potenciales parejas. Lara Ferreiro, psicóloga de Ashley Madison, no quiere dejar de mencionar para comenzar dos síndromes: el de la repulsión súbdita, que hace que, de repente, sientas verdadera repulsión hacia tu pareja, o el síndrome Houdini, que es el que tienen quienes escapan periódicamente de sus relaciones. “Estamos inmersos en la cultura de la perfección, pues en las redes sociales, destacamos nuestras virtudes y los buenos momentos, y al mismo tiempo, criticamos a los demás. Como no vemos a los ojos a la otra persona, no segregamos neuronas de la empatía, y por eso soltamos lo que nos place. Creo que esa búsqueda de la perfección es la que hace que al final tengamos menos tolerancia con los defectos de los demás. Buscar icks puede ser una forma de evitar el compromiso, pues pones excusas para no invertir emocionalmente en una relación”, explica Ferreiro.
Considera que quien se centra en esos aspectos lo puede estar haciendo por la sensación que da de control y seguridad, pues se evitan de esta forma futuras complicaciones. “Esta cultura de consumo inmediato hace que se deseche lo que no es perfecto, y desechamos todo a la primera. Te comparas, por si fuera poco, con los demás, y críticas los defectos del resto. Al comienzo de las relaciones se idealiza todo, pero luego empiezan los icks”, dice la psicóloga.
Los icks se han apoderado de Internet estos últimos años, obstaculizando las conexiones auténticas al centrarse en defectos triviales de las relaciones. Según una encuesta de Bumble, las personas solteras se centran en encontrar seguridad, protección y comprensión, y el 32% de las personas encuestadas por la aplicación cree que la intimidad emocional es ahora más importante.
Es así como entra en escena “Flaws & All”, una tendencia de citas que aboga por la aceptación genuina y las conexiones más profundas. “Al cambiar el foco de atención de las molestias menores a las cualidades significativas, esto anima a las personas solteras a construir conexiones más significativas. Los icks están tan presentes porque vivimos en una sociedad influenciada por el tipo de relaciones que se muestran en las redes sociales y el romanticismo de las películas de Hollywood, lo que ha creado un pensamiento idílico sobre las mismas. Tendemos a pensar que ser diferente o encontrar ese punto diferencial nos da esa ventaja frente al resto”, explica Alba Duran, directora de marketing en Bumble España. “Sin embargo, parece que esto poco a poco se está diluyendo, en un reciente estudio de Bumble la inmensa mayoría (66%) de las personas españolas afirmaba que los clichés románticos tradicionales se han quedado anticuados y necesitan ser actualizados urgentemente. Este pensamiento prima sobre todo especialmente entre las mujeres y la generación Z”, señala.
Los icks son tan comentados y traen a tantas personas de cabeza, que en TikTok hay millones de publicaciones al respecto. ¿Algunos ejemplos? Un vídeo de la plataforma para conocer citas made in Spain, Closer, habla del hombre que no hace ni el clásico baile de tarjetas a la hora de pagar en la primera cita (“Me da igual pagarlo todo yo, pero que al menos haga el gesto”, dice una usuaria), mientras que un chico señala que la higiene es clave para él. Aquí he de decir que para mí eso no es un ick, sino una tarjeta roja de expulsión clara.
Ferreiro quiere hablar de una nueva moda: las beige flags, que son aquellas cosas que no convencen a alguien o que le aburre de la otra persona. “Algo beige es abrir un perfil en una aplicación y poner que te gusta leer y viajar, porque es algo que te hace exclamar: “¡qué pereza de persona!” Los icks son pequeñas molestias del otro, algo que no es tan dañino como para dejar la relación, pero que comienza a irritar demasiado. Las beige flags, al estar sostenidas en el tiempo, pueden convertirse en red flags”, asegura. Sin embargo, Durán anima a los usuarios a crear perfiles en los que sean ellos mismos, pese a que haya cosas destinadas a ser banderas beige o un ick para los demás. “Crear un perfil auténtico en Bumble requiere la valentía de mostrarse tal y como es uno en realidad. Tu perfil debe reflejar quién eres como persona y representar lo que te hace feliz, incluso si es una bandera beige o un ick para los demás, porque es clave para encontrar una conexión auténtica. Al destacar tus intereses y pasiones, haces que sea más sencillo iniciar una conversación”, dice.
Lo importante en tiempos de desconexión emocional es aprender a ir un paso más allá de los icks para conseguir relaciones profundas, pero en tiempos en los que la fatiga del dating prima, es completamente comprensible intentar huir del siguiente desencanto anclándose en “defectillos” que funcionen como escudo emocional. Por eso, como dice Durán, la era Flaws & All merece ser celebrada, porque abrazamos las conexiones significativas desde una perspectiva más amable donde aceptamos los defectos y las características genuinas que nos hacen únicos.