El Valle de Losa, ubicado en la provincia de Burgos, es conocido por su impresionante belleza natural, sus montañas imponentes y sus rutas de senderismo que atraen a amantes de la naturaleza y aventureros de toda España. Sin embargo, lo que para muchos es un lugar de tranquilidad y escape se convirtió recientemente en el escenario de una angustiosa operación de rescate que involucró a un niño de tan solo trece años, su familia y un equipo dedicado de la Guardia Civil.
El pasado domingo, un joven de trece años se embarcó junto a su familia en lo que debía ser una placentera caminata por la zona montañosa de Peña Angulo, dentro del idílico Valle de Losa. Esta área es popular por sus rutas de senderismo que ofrecen vistas panorámicas y una conexión íntima con la naturaleza. Sin embargo, lo que comenzó como un día de exploración pronto se convirtió en una prueba de resistencia física y emocional tanto para el joven como para sus rescatadores.
A las 12:40 horas, la tranquilidad del día se rompió cuando la Central Operativa de Servicios (COS) de la Guardia Civil de Burgos recibió una llamada que activaría un amplio operativo de búsqueda. El chico se había separado de sus familiares durante la ruta y, tras un tiempo sin tener noticias de él, la familia decidió dar la voz de alarma. El tiempo apremiaba. Y la Guardia Civil no tardó en movilizarse para enfrentarse al reto que la montaña les presentaba.
¿Cómo fue el operativo de rescate en el Valle de Losa?
El operativo de búsqueda no fue sencillo. A medida que avanzaba la tarde, las condiciones climáticas en el Valle de Losa empeoraban drásticamente. La lluvia comenzó a caer de forma intensa y una espesa niebla envolvió la zona, dificultando la visibilidad y complicando la localización del menor. Sin embargo, los agentes lograron establecer contacto telefónico con el joven. Un rayo de esperanza en medio de la tormenta.
El menor, empapado y temblando de frío, intentaba describir el lugar donde se encontraba. Sin embargo, la densidad del hayedo donde había buscado refugio dificultaba su identificación. La Guardia Civil, consciente de que cada minuto era crucial, intensificó la búsqueda con la participación de tres patrullas de Seguridad Ciudadana y una del SEPRONA, junto a familiares y voluntarios de la comarca.
La Guardia Civil acompaña al menor tras encontrarlo en el corazón del valle | Diario de Burgos
Finalmente, a las 18:45 horas, después de más de seis horas de búsqueda ininterrumpida, una patrulla que avanzaba a pie por el monte localizó al joven en un hayedo. Estaba consciente, pero su estado físico era delicado. Se encontraba empapado, con síntomas claros de hipotermia. Los agentes, preparados para lidiar con este tipo de situaciones, le proporcionaron ropa de abrigo y algo de comida para estabilizar su temperatura y energías.
El camino de regreso no fue fácil. La patrulla tuvo que caminar más de un kilómetro por terreno accidentado y en condiciones meteorológicas adversas hasta llegar al lugar donde esperaban los padres del niño. A pesar del susto y las condiciones adversas, el joven fue entregado a su familia en un estado estable gracias a la rapidez y eficacia del operativo de la Guardia Civil.