La propia Rita Maestre ha salido en tik tok a explicar qué es eso de la “fundy baby voice”, un término que apenas habíamos escuchado en España. Hasta ahora. Esta forma de hablar suave, así como una niñita buena, no muy alto, con ritmo… Es casi ASMR. Pero tiene una pega: está lejos de la inocencia que transmite. Como cuenta Maestre, “es una voz que imita la forma de hablar de las mujeres en las comunidades ultrareligiosas norteamericanas” y no es para nada casual. Porque en esas comunidades entrenan para parecer y sonar dóciles, serviles, sumisas. Como muñequitas.
Hablamos con la presidenta Impacto de Género Ya, Paqui Guisado Adame, sobre la fundy baby voice: “Está todo cuidado. Son estéticas que vienen a infantilizar a las mujeres y, por tanto, a hacer que precisen ser protegidas, compensadas y… Nada mejor que un novio para ello. ¡Cómo no!”
En este caso concreto, el novio se llama Pablo y su voz importa mucho menos. Roro ya ha tenido que hablar (suavecito) del tema en un par de entrevistas en las que ha asegurado que ella siempre se ha expresado así y que es su voz… Pero lo cierto es que no. Lo bueno y lo malo de internet es que se acuerda de todo y no es complicado encontrar un vídeo en el que no solo habla “normal”, sino que además usa eso de PEC, algo que en sus vídeos actuales, ni se plantearía. Sea por marketing o por ideología, lo cierto es que suena muy diferente.
Pero, ¿por qué querría alguien infantilizar su voz? Paqui Guisado lo tiene claro: “Intentan identificar el modelo de mujer llevándonos a extremos, cualidades y roles que socialmente a lo largo de la historia se han ido exigiendo a las mujeres mucho más que a los hombres. Hablamos de la ternura, de la dulzura, de cierta fragilidad… Y todo ello, en detrimento de un modelo masculino al cual se identifica con todo lo contrario. Es decir, hablamos de modelos ya superados que nos llevan al siglo pasado”.
En este vídeo de tik tok, Rita maestre asegura que las voces que suenan a fundy baby voice son “dulces, son sumisas y son infantiles. Pero en otros tonos del espectro femenino también hay algunas histriónicas o agudas percibidas por la mirada masculina como estúpidas. U otras demasiado cortantes por sonar demasiado graves”. La politóloga y portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento ilustra con ejemplos de películas sus argumentos y va más allá. “Este escrutinio sobre nuestra voz nos acompaña durante toda nuestra vida personal y también nuestra vida profesional, hasta el punto que muchas de nosotras modulamos nuestra forma de hablar para evitar un juicio que nos defina”. Y concluye asegurando que ha sufrido este tipo de críticas en su propia piel.