Priscilla Chan ha sido durante mucho tiempo la cara discreta en la sombra de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y actual director ejecutivo de Meta. Pero, detrás de esta imagen de humildad, Chan ha transitado por una vida marcada por el lujo y la extravagancia, especialmente en los últimos años. Desde mansiones de ensueño en Hawái hasta jets privados y esculturas romanas, la vida de Chan ha evolucionado considerablemente desde que se casó con uno de los hombres más ricos del mundo.
En mayo de 2012, Priscilla Chan y Mark Zuckerberg se casaron en el jardín de su casa en Palo Alto, California. Fue una ceremonia modesta a la que asistieron alrededor de cien personas. La pareja, que se conoció mientras estudiaban en Harvard, siempre proyectó una imagen de sencillez y normalidad. Durante su luna de miel, fueron fotografiados en Roma comiendo fast food en unas escaleras. Un ejemplo que reforzó esa percepción pública de “pareja común y corriente”.
Sin embargo, esta fachada de vida discreta ha cambiado drásticamente con el paso de los años. Con el crecimiento de la fortuna de Mark Zuckerberg —estimada en 204.000 millones de dólares— y su ascenso como uno de los empresarios más poderosos del mundo, la pareja ha adoptado un estilo de vida mucho más lujoso. En resumidas cuentas, ha dejado atrás la simplicidad con la que se les conocía.
El cambio hacia la opulencia del matrimonio Zuckerberg
Durante últimos años, se ha transformado el estilo de vida de Priscilla Chan y Mark Zuckerberg. Ahora son una de las parejas más ricas y extravagantes del planeta. Aunque Chan, pediatra de formación, había mantenido un perfil más bajo, su reciente presencia en eventos exclusivos y rodeada de lujos ha comenzado a captar la atención mediática.
Uno de los ejemplos más recientes fue la boda del heredero indio Anant Ambani. Un evento deslumbrante que reunió a la élite global y en el que Chan y Zuckerberg lucieron vestuarios de alta costura diseñados por Alexander McQueen y Mishra. Este tipo de eventos muestran un lado más visible y glamuroso de la vida de la pareja.
Además, Mark Zuckerberg sorprendió a muchos al mostrar públicamente una estatua romana que había encargado en homenaje a su esposa. La obra, creada por el artista Daniel Arsham, se suma a la lista de gestos extravagantes que han caracterizado su relación en los últimos tiempos. Este cambio hacia el lujo también se refleja en la adquisición de propiedades y vehículos. Hace poco, Zuckerberg presentó dos Porsches personalizados. Uno de ellos fue diseñado específicamente para Priscilla Chan: una minivan de lujo. Otra muestra más de cómo la pareja está abrazando una vida de excesos.
El superyate y el paraíso en Hawái de Mark Zuckerberg
Uno de los aspectos más llamativos de esta nueva etapa en la vida de Priscilla Chan es la construcción de un vasto complejo en la isla de Kauai, en Hawái. Con más de 500 hectáreas de terreno, este lugar se perfila como una de las residencias privadas más costosas del mundo. Aunque el proyecto está envuelto en secretismo, los detalles que han trascendido revelan una combinación de mansiones de lujo, cabañas en los árboles y hasta un búnker autosuficiente.
Este refugio privado en Hawái, que ha sido criticado por algunos grupos locales debido a su magnitud y el impacto en la comunidad, es una de las inversiones más ambiciosas de la pareja. Además, la familia también posee un superyate de 118 metros de eslora valorado en 300 millones de dólares, con capacidad para 24 invitados y 48 tripulantes. De hecho, lo utilizaron este año para disfrutar de unas vacaciones en Mallorca.