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¿Por qué Shein arrasa en ventas pese a tener tantos ‘peros’ como novedades?

A escasos días de su esperada pop-up madrileña, analizamos los motivos por los que el gigante asiático triunfa pese a ser el rey de la controversia

Decenas de personas han hecho cola esta mañana para acceder a la tienda temporal que el gigante chino de la moda Shein ha abierto el año pasado en el centro de Barcelona.
Decenas de personas han hecho cola esta mañana para acceder a la tienda temporal que el gigante chino de la moda Shein ha abierto el año pasado en el centro de Barcelona. EFE/Marta Pérez

“Aquí no existen los domingos”, dice una empleada de Shein en el documental Untold: inside the Shein Machine, en el que la periodista Iman Amrani, armada con una cámara oculta, retrata lo que vivió de primera mano al acudir a diferentes fábricas chinas del gigante textil. Aunque desde sus condiciones laborales hasta el impacto medioambiental de su producción han sido señalados y criticados, lo cierto es que a los compradores, poco o nada parece importarles.

Prueba de ello son las cifras, pues el titán asiático registró el año pasado un beneficio neto de más de 2.000 millones de dólares, más del doble del alcanzado en 2022. Para poner en perspectiva los datos, conviene saber que Inditex alcanzó los 5.000 millones de euros y que su rival directo, Temu, anunció en marzo sus resultados: su beneficio neto ascendió, a cierre de 2023, a los 7.600 millones de euros.

La rivalidad entre los mandamases de la moda china se alimenta de denuncias mutuas y recurrentes, al tiempo que Shein se enfrenta a demandas por motivos de copyright. Teniendo en cuenta que lanza al mercado hasta 6.000 productos nuevos al día y el éxito de los vídeos de TikTok en los que diversos usuarios muestran las adquisiciones de la marca que se parecen sospechosamente a las creaciones de las grandes firmas, no es de extrañar el interés de Shein por la creatividad ajena…

Ojos que no ven.. Incluso cuando ven

“La sociedad no sabe cómo se hace una prenda. Nos hemos acostumbrado a la recompensa inmediata, desconocemos los procesos y los pasos necesarios para elaborar una prenda y cuánta gente está involucrada en su confección, estando además esclavizada por una industria que le fuerza a vivir en condiciones terribles. A su vez, las redes generan una compulsión acelerada del consumo”, explica a ‘Artículo 14’ Paola Cirelli, autora de Maldita moda: Cómo crear una marca de moda sostenible y revolucionar el mundo.

“Shein tiene un modelo de negocio conocido como “ultra fast fashion”, según el cual pone diariamente miles de productos nuevos a la venta, con todo lo que hay detrás. Quien compra en la web tiene la sensación de ser alguien único que está haciendo algo exclusivo, pero en realidad, es algo que está haciendo muchísima gente en muchísimos lugares del planeta. Por ello, el impacto medioambiental es brutal, debido al consumo de materiales, de recursos como el agua -que este tipo de producción ensucia-, de materiales como el poliéster que además, contamina incluso la salud, de los microplásticos… Y cómo olvidar a sus trabajadores, que igual ganan tres céntimos por prenda, lo que genera un bucle de pobreza irrompible”, dice Gema Gómez Speaker, Formadora, Consultora, Directora Ejecutiva y Fundadora de Slow Fashion Next.

Los (fallidos) intentos de la marca de bañar sus procesos de transparencia, ética y fiabilidad pasaron por invitar a seis creadores de contenido con entre 30.000 y un millón de seguidores a un “centro de innovación” de la firma, situado en Guangzhou (China). En los vídeos subidos a sus perfiles, los influencers expresaron su asombro ante la pulcritud y modernidad de la factoría y lo honestas que fueron las conversaciones que mantuvieron con los empleados. Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar, al asegurar muchos usuarios que el lugar había sido prefabricado para dar una imagen tan positiva, como falsa. “¿Dónde están los extintores? ¿Las señales de salida de emergencia? Y varias máquinas están paradas. En una empresa que fabrica decenas de miles de prendas al día”, se preguntaba en X Susan Bailey, una usuaria que ha trabajado en el sector textil con proveedores de China.

Aunque este coqueteo con los creadores digitales no le salió del todo bien, el documental de Channel 4 anteriormente mencionado indica que para la marca, es habitual buscar apoyo en sus perfiles al poner en marcha acuerdos que emplean la ropa como moneda de cambio con micro influencers, apostando también por descuentos recurrentes y ventas a golpe de cronómetro que generan esa sensación de escasez que las listas de espera crean por parte de las firmas de mayor standing.

Mientras Shein continúa pendiente de las pertinentes aprobaciones para salir a bolsa, del 27 de abril hasta el 5 de mayo, el centro comercial madrileño ABC Serrano servirá de escenario para la puesta en marcha de una pop-up que permitirá a los fans de la marca conocer de forma física las colecciones de mujer, hombre e infantil, así como los accesorios, productos de belleza y motivos decorativos de la firma. A lo largo de los 900 metros cuadrados de los que dispondrá, mostrará también por primera vez accesorios para coche y juguetes. ¿Dañarán los informes y datos relativos a sus prácticas el éxito de esta tienda efímera? No necesitamos saber leer el futuro para responder: lamentablemente, para nada.

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