Por qué Francia está obligada a entregar tres vacas a España cada año

El Tributo de las Tres Vacas es mucho más que una curiosa tradición. Es un testimonio vivo de la historia compartida entre dos valles

Tributo de las Tres Vacas - Sociedad
Una fotografía de la celebración del Tributo de las Tres Vacas en 2023 Gobierno de Navarra

En el corazón de los Pirineos, donde las montañas dibujan una frontera natural entre España y Francia, se celebra anualmente una de las tradiciones más antiguas y singulares de Europa. Se trata del Tributo de las Tres Vacas. Este acontecimiento, que tiene lugar cada 13 de julio, simboliza una antigua resolución de conflictos y un pacto de paz y colaboración que ha perdurado a lo largo de más de seis siglos.

¿Qué es el Tributo de las Tres Vacas?

El Tributo de las Tres Vacas es una ceremonia anual en la cual los habitantes del valle de Baretous, en el Bearne francés, entregan tres vacas a sus vecinos del valle de Roncal, en Navarra. Este acto tiene lugar en la Piedra de San Martín, un monolito situado en la frontera entre ambos valles. La ceremonia se lleva a cabo con una solemne formalidad y sigue un protocolo específico que ha sido transmitido de generación en generación.

Durante la ceremonia, los representantes de ambos valles se reúnen en un entorno natural majestuoso, donde se pronuncian palabras en euskera y se realizan gestos simbólicos que reafirman el pacto ancestral. Las vacas entregadas deben cumplir con ciertos requisitos. Tienen que ser de tres años, con cuernos y de pelaje rojo. Eso asegura la calidad del tributo. Este acto, que podría parecer arcaico a ojos modernos, es un recordatorio de la importancia de la diplomacia y la cooperación entre comunidades vecinas.

¿Cuál es el origen de esta curiosa tradición?

El origen del Tributo de las Tres Vacas se remonta a un conflicto medieval entre los valles de Roncal y Baretous. Según la leyenda, en el año 1375, los pastores de ambos valles se disputaban los derechos de pastoreo en los ricos pastos de alta montaña. Estas disputas a menudo derivaban en enfrentamientos violentos, que culminaron en una batalla en la que los roncaleses resultaron victoriosos. Para poner fin a estos conflictos y establecer una paz duradera, se firmó un acuerdo en la Piedra de San Martín, en el que se estipulaba que los habitantes de Baretous entregarían anualmente tres vacas a los roncaleses como compensación y símbolo de paz.

El pacto fue más que una simple resolución de disputas locales. Se convirtió en un símbolo de la capacidad de las comunidades para resolver conflictos de manera pacífica y de la importancia de mantener relaciones cordiales con los vecinos. La elección de las vacas como tributo no fue casual. A fin de cuentas, estos animales eran —y siguen siendo— de gran valor en las sociedades rurales de la región. Simbolizan tanto la riqueza como el sustento.

A lo largo de los siglos, el Tributo de las Tres Vacas ha sobrevivido a guerras, cambios políticos y transformaciones sociales. Incluso durante los períodos más convulsos de la historia europea, como las guerras napoleónicas o las guerras mundiales, la ceremonia se ha mantenido como un acto de paz y cooperación. Esta continuidad ha permitido que la tradición se convierta en un valioso patrimonio cultural inmaterial, reconocido tanto a nivel local como internacional.

Por qué Francia está obligada a entregar tres vacas a España cada año

Uno de los momentos durante la celebración de la tradición (EITB)

El acto mismo de reunirse en la Piedra de San Martín cada año refuerza la identidad cultural y la solidaridad entre los habitantes de ambos valles. La ceremonia incluye la entrega de las vacas, pero también una serie de rituales que evidencian la importancia de la palabra dada y el respeto mutuo. Los representantes de ambos valles, ataviados con sus trajes tradicionales, intercambian discursos de fraternidad y de compromiso con la paz.

Además, el Tributo de las Tres Vacas ha evolucionado para incluir una dimensión turística y educativa. Cada año, la ceremonia atrae a numerosos visitantes y estudiosos interesados en presenciar y comprender esta tradición única. Las autoridades locales de Roncal y Baretous han trabajado para preservar y promover este evento, organizando actividades culturales y educativas que ponen en valor la historia y la cultura de la región.

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