La historia de Pablo y María es la pesadilla de cualquier padre. Una pesadilla que ahora podrían estar viviendo (o no) Anabel Pantoja y su pareja. Lo que comenzó como una visita al hospital por un problema de salud de su bebé terminó con la pérdida de la custodia durante diez meses. Estos padres acusados de maltrato por error fueron tratados como agresores sin pruebas concluyentes. Ahora, tras meses de lucha y angustia, han conseguido recuperar a su hijo. Sin embargo, el daño ya está hecho.
Todo empezó cuando su hijo, de apenas cinco meses, comenzó a convulsionar tras tomar un biberón. Alarmados, Pablo y María lo llevaron de inmediato al hospital. Allí, los médicos detectaron síntomas compatibles con el síndrome del niño zarandeado, una afección grave asociada al maltrato infantil. De inmediato, los Servicios Sociales intervinieron y tomaron la drástica decisión de retirarles la custodia.
Sin posibilidad de explicarse, estos padres acusados de maltrato por error se vieron envuelta en un proceso burocrático y legal que los señalaba como culpables sin que se realizara una investigación exhaustiva. La única prueba en su contra era la sospecha médica. Una acusación basada en indicios que, con el tiempo, se ha demostrado errónea.
“Nos trataron como unos maltratadores”
Desde el momento en que los Servicios Sociales actuaron, Pablo y María pasaron de ser unos padres preocupados a ser considerados un peligro para su propio hijo. Durante diez meses, sólo pudieron verle una hora a la semana, en un entorno controlado y bajo estrictas medidas de seguridad.
“Nos trataban como unos maltratadores”, relató María en el programa Y ahora Sonsoles. “Teníamos que dejar todas nuestras pertenencias antes de entrar, no podíamos cambiarle el pañal, ni darle de comer. Apenas podíamos tocarlo. El amor de madre lo es todo, y no poder estar con tu hijo te destroza”.
@yahorasonsoles 😢 Perdieron a su bebé durante 10 meses tras acusarlos de maltrato por error: “Ahora sé lo que es que te duela el corazón”. Pablo y María acudieron al hospital después de que su hijo de cinco meses, tras tomar un biberón, comenzase a convulsionar. Los Servicios Sociales decidieron quitarles la custodia tras sospechar que sufría síndrome del niño zarandeado, pero ahora, diez meses después, le han dado la razón. #YAS #Bebé #Padres #Hospital
Para Pablo, la impotencia fue insoportable. “Desde el primer momento dije que me iba de casa, que me encerraba en cualquier centro que ellos me dijeran y que sólo salía para las visitas. Yo había pensado que mi hijo esté con su madre”, explicó.
El sufrimiento de una separación forzada
El dolor de ser padres acusados de maltrato por error no solo afectó su vida cotidiana, sino también su estabilidad emocional. María describió cómo su salud mental se resquebrajó en esos meses de separación. “Ahora sé lo que es que te duela el corazón”, confesó. La espera de una resolución judicial, la incertidumbre y el miedo a no volver a ver a su hijo convirtieron su día a día en un calvario.
Las visitas semanales eran el único momento en el que podían estar con su bebé. Pero, lejos de ser reconfortantes, esas reuniones eran frías y limitadas. “Sólo podíamos verle una hora a la semana en la residencia. Ahora sé lo que es que te duela el corazón”, lamentó la madre.