La Dirección General de Tráfico ha activado una nueva campaña contra la velocidad excesiva en las carreteras españolas de cara a la Operación Salida de la Semana Santa 2025. Una iniciativa que se extenderá durante una semana y ya ha empezado, lo hizo este lunes 7 al domingo y estará en marcha hasta el 13 de abril. Tiene como eje principal la vigilancia intensiva en tramos especialmente conflictivos donde, según los datos del organismo, los límites de velocidad se incumplen con frecuencia y los accidentes son más graves y numerosos.
El objetivo de esta acción no es solo poner multas, pues está dentro de la estrategia de reducción de siniestralidad vial en el conjunto del país. Y es que, según cifras oficiales, en 2024 se contabilizaron 218 accidentes mortales directamente relacionados con el exceso de velocidad, lo que ha llevado a la DGT a reforzar sus medidas de control y prevención.
Nuevos radares para una vigilancia más eficaz
Como principal novedad, la DGT ha estrenado 41 nuevos radares de velocidad, que ya están operativos. De ellos, 28 son fijos —instalados en ubicaciones estratégicas de las principales vías españolas— y 15 son de tramo, es decir, el tipo de radar que calcula la velocidad media del vehículo entre dos puntos, lo que impide que los conductores reduzcan la marcha solo al pasar por el radar.
Estos dispositivos forman parte de un plan más ambicioso que prevé la instalación de 122 nuevos radares antes de que termine el año 2025. Con este refuerzo, lo que se busca aumentar la capacidad de detección en aquellas zonas donde el incumplimiento de los límites sigue siendo habitual. Las carreteras convencionales, que son las más peligrosas, según las estadísticas, así como las autovías y autopistas, son los tres tipos de vías donde se está distribuyendo esta nueva tecnología de control.

Zonas de riesgo y vigilancia reforzada
Durante esta campaña especial, los agentes de Tráfico de la Guardia Civil, junto a las policías locales y autonómicas que quieran sumarse a la operación, se desplegarán en aquellos tramos considerados de alta peligrosidad. Son zonas donde no solo se registra una elevada circulación por encima de los límites, sino donde también se concentran accidentes de mayor gravedad.
Además de los radares terrestres, la DGT también recurrirá a su flota de helicópteros Pegasus, capaces de detectar excesos de velocidad desde el aire, y a otros medios tecnológicos automáticos para ampliar el alcance de la vigilancia.
Sanciones: de 100 a 600 euros y pérdida de puntos
Los conductores que no respeten los límites de velocidad durante estos días de vigilancia se enfrentan a multas económicas que van desde los 100 hasta los 600 euros, según el exceso de velocidad con el que sean ‘cazados’ los conductores. A esto se le suma la posibilidad de perder entre 2 y 6 puntos del carnet de conducir, en función del grado de infracción cometido.
Las sanciones buscan actuar como un elemento disuasorio, recordando a los usuarios de la vía que la velocidad no solo incrementa el riesgo de accidente, sino que también aumenta significativamente la gravedad de las consecuencias. Y es que tal y como afirma la DGT, circular por encima de los límites reduce el tiempo de reacción ante un imprevisto, incrementa la distancia de frenado y agrava los daños en caso de colisión.
Un trabajo incansable para mejorar la seguridad vial
Un paso más de la DGT, que sigue implementando operativos de control de velocidad. En una de las campañas anteriores, llevada a cabo en julio de 2024, se controlaron más de 1,4 millones de vehículos y se tramitaron 64.172 denuncias. El alto volumen de infracciones demuestra, la necesidad de continuar con este tipo de acciones.
Más allá del componente sancionador, la DGT insiste en que su propósito es concienciar a los conductores sobre los peligros reales del exceso de velocidad y fomentar una conducción responsable, especialmente en aquellos tramos de carretera donde el riesgo de accidente es mayor.