El 8 de marzo es más que una reivindicación feminista; es un reto colectivo. Romper con los privilegios heredados, replantear la masculinidad y asumir una corresponsabilidad real en la vida y los cuidados también es cosa de ellos.
En este ranking presentamos a ocho hombres que son agentes de cambio: desde las políticas públicas hasta la atención a víctimas, pasando por la reeducación de agresores y la divulgación, todos han demostrado con su trabajo que otro modelo de masculinidad es posible.
1. Miguel Llorente Acosta
Médico forense y profesor titular de Medicina Legal en la Universidad de Granada, es una figura destacada en la lucha contra la violencia de género en España. Durante su mandato como Delegado del Gobierno para la Violencia de Género (2008-2011), trabajó intensamente en la sensibilización y en la implicación de los hombres en la erradicación de la desigualdad. Sus investigaciones y publicaciones, como ‘Mi marido me pega lo normal’ (2001) y ‘El rompecabezas’ (2004), han sido fundamentales para comprender la relación entre masculinidad y violencia. “No basta con rechazar la violencia, es necesario deslegitimarla por completo y transformar los valores que la sustentan”, sostiene. Su labor desde el ámbito forense y académico ha sido crucial para visibilizar las raíces estructurales del problema y promover políticas públicas eficaces para su erradicación.

Miguel Llorente Acosta
2. Hilario Sáez
Sociólogo y activista, lleva años promoviendo la implicación masculina en la lucha por la igualdad de género desde el Foro y la Red de Hombres por la Igualdad. Su enfoque se centra en repensar la masculinidad, alejándola de la misoginia y la homofobia que han caracterizado el modelo tradicional.
“Si los hombres no cambiamos, la igualdad será sólo una fachada”, advierte. Como presidente de la Fundación Iniciativa Social, impulsa la transformación de los modelos de masculinidad a través de la educación y el activismo. Además, fue uno de los impulsores de las primeras manifestaciones de hombres contra la violencia de género en España y ha trabajado en la creación de espacios de reflexión sobre la masculinidad.
3. José Antonio García Serrano
Psicólogo y especialista en género, ha impulsado políticas de igualdad en Andalucía, incluyendo, por primera vez, una línea específica para la construcción de masculinidades igualitarias en el Plan Estratégico para la Igualdad 2022-2028.
“La pregunta clave es: ¿Cómo incorporamos a los hombres a la lucha por la igualdad? Porque, si ellos no se implican, el cambio será más lento”, reflexiona. Desde el Colegio de Psicología de Andalucía Oriental, colabora en la prevención de la violencia de género y en la integración de la perspectiva de género en la atención psicológica. Ha desarrollado programas de intervención con niños, adolescentes y hombres adultos, abordando temas como la gestión emocional, la hipersexualización y la violencia machista desde un enfoque psicológico y educativo.
4. Ritxar Bacete
Antropólogo, trabajador social y experto en masculinidades, lleva años promoviendo la implicación de los hombres en la igualdad. Su enfoque es claro: “La violencia contra las mujeres no existiría si no hubiera hombres que se consideraran legitimados para ejercerla”. Desde su trabajo en Equimundo, un centro especializado en masculinidades, ha demostrado que los hombres que participan activamente en el cuidado propio y de sus familias, reducen significativamente la probabilidad de ejercer violencia. Su lucha se centra en fomentar una paternidad corresponsable y en reflexionar sobre el impacto de la masculinidad tradicional en la vida de los hombres y su entorno.
5. Octavio Salazar
Jurista, profesor de Derecho Constitucional y escritor, ha centrado su labor en repensar la masculinidad desde una perspectiva feminista. Su libro El hombre que no deberíamos ser se ha convertido en una referencia clave en el debate sobre los privilegios masculinos y la necesidad de una transformación profunda en los modelos de género. “La igualdad no es un regalo que los hombres hacen a las mujeres, sino una responsabilidad que debemos asumir para construir una sociedad justa”, defiende.
Desde la academia y la divulgación, ha impulsado el debate sobre nuevas masculinidades y la necesidad de una paternidad comprometida y corresponsable.
6. Gregorio Gómez Mata
Cofundador y secretario de la Asociación Alma contra la violencia de género, es a menudo el primer contacto para muchas mujeres que buscan ayuda. “No conseguimos cambiar a todos, pero si logramos que unos pocos transformen su forma de pensar y actuar, estaremos evitando nuevas víctimas”, sostiene. Su asociación no sólo ofrece apoyo psicológico y legal a víctimas de violencia de género, sino que también trabaja en la reeducación de agresores en centros penitenciarios. Además, han desarrollado dispositivos de auxilio camuflados, como relojes, para proteger a las víctimas. Su labor ha permitido que miles de mujeres encuentren una vía de escape, al mismo tiempo que busca evitar que la violencia siga reproduciéndose. Su implicación ha permitido que miles de mujeres encuentren una vía de escape, al mismo tiempo que busca evitar que la violencia siga reproduciéndose.

Gregorio Gómez Mata
7. Borja Rodríguez Núñez
Psicólogo, sexólogo y terapeuta, ha dedicado su carrera a la reeducación de hombres condenados por violencia de género y a la promoción de masculinidades saludables. Recorre España impartiendo talleres en institutos sobre masculinidades, relaciones sanas y el impacto de la pornografía en la juventud.
“Nos cuesta dar el primer paso, pero aprender a ser otro tipo de hombres pasa por tomar conciencia de los costes y los privilegios de la masculinidad tradicional”, afirma. Su labor busca romper los mandatos patriarcales y promover una masculinidad basada en la ternura, la responsabilidad afectiva y la gestión emocional. Considera que el trabajo con adolescentes es clave para prevenir la violencia de género antes de que se normalice.

Borja Rodríguez
8. José Oteros Bascón
Psicólogo en el Centro Municipal de Información a la Mujer en Lucena, Oteros Bascón ha convertido la comunicación en una herramienta esencial en la lucha contra el machismo. A través de su presencia en redes sociales como Instagram o TikTok, combate la desinformación y los discursos antifeministas.
“Internet se está llenando de señoros que perpetúan los estereotipos de género y el modelo de amor romántico, base de la violencia machista”, denuncia. Además de su trabajo con mujeres víctimas de violencia, ha impulsado la Escuela de Empoderamiento, un espacio de reflexión y formación feminista. Considera que la divulgación en redes sociales es clave para contrarrestar el auge del antifeminismo en la juventud.