Cuando hablamos del sorteo de la lotería de Navidad cometemos muchos errores. Por ejemplo, solemos decir eso de los “niños del Colegio de San Ildefonso”. Aquí hay dos imprecisiones. Porque, en realidad, este año son más niñas que niños. El 61,5% en concreto. Y porque no es el Colegio de San Ildefonso, sino la Residencia, la encargada de elegir y formar de entre sus estudiantes a las niñas y niños para este momento tan especial del año.
Ambas erratas son comprensibles. Por un lado, hace relativamente poco que el Colegio y la Residencia pasaron a ser cosas distintas. Y por otro, aunque las niñas empezaron a ser admitidas en la institución (fundada en algún momento entre mediados del siglo XIV y el siglo XV) en 1981, no se las incluyó en el sorteo hasta 1984. Por eso, hasta 2024, sus voces solo habrán sonado en el 18,6% de los sorteos de Navidad celebrados (incluyendo el de este año).
Eso sí, en 2024, ellas son mayoría: 16 niñas y 10 niños. Un total de 26 menores de los cuales, la mitad son debutantes. Para que todo salga perfecto en uno de los días más bonitos del año, todos son elegidos teniendo en cuenta sus cualidades. ¿Las principales? Saber leer bien todos los números y tener buena voz. Eso y tener entre 9 y 14 años. “Están expectantes, como siempre. Tienen los nervios normales y están deseando que llegue ya el día de la lotería”, nos cuenta Mar Muñoz, la directora de la Residencia San Ildefonso. Ella misma nos explica que los niños y niñas residen internos de lunes a viernes y se van a casa los fines de semana. Por eso, este año la mañana del sorteo será un poco diferente. “Quedaremos en la Residencia e iremos juntos al Teatro Real. Allí desayunaremos lo que nos ponga el catering, no hay ninguna tradición especial. Y, al acabar, cada uno se irá a su casa a pasar las fiestas. Al ser el inicio de las vacaciones y domingo, no volvemos a la Residencia”.
Llevan desde octubre ensayando, preparándose. Todos y todas quieren cantar el Gordo. O, como mínimo, alguno de los premios grandes. “Son conscientes de que tienen pocas posibilidades de cantarlo. Lo normal, de hecho, sería que no lo cantasen. Como lo es que no nos toque la lotería”, sonríe.
Le preguntamos que si en la Residencia juegan algún número, algo así como la lotería de su empresa y nos dice que sí. Pero no confiesa la terminación. Normal. ¿Quién lo haría?