En los últimos años, los códigos QR se han convertido en parte fundamental de nuestro día a día. Especialmente, tras la pandemia, donde su uso en restaurantes, cines, tiendas y hasta cargadores de coches eléctricos se popularizó como una solución práctica. Sin embargo, esta comodidad ha abierto la puerta a un nuevo y creciente problema: la estafa de los QR. Este método de engaño utiliza códigos aparentemente inofensivos para robar datos personales, instalar malware en dispositivos y hasta realizar cobros fraudulentos.
¿Cómo funciona la estafa de los QR?
La estafa de los QR se basa en la confianza que los usuarios tienen al escanear estos códigos con sus teléfonos. Según explica en El Español Enrique Serrano, experto en ciberseguridad, los ciberdelincuentes pueden crear códigos falsos que redirigen a páginas web fraudulentas o aplicaciones maliciosas. Esto les permite acceder a información personal y financiera, o incluso tomar control del dispositivo.
Uno de los métodos más comunes es pegar un código QR falso sobre uno legítimo, como los que se encuentran en cartas de restaurantes o cargadores de coches eléctricos. Al escanearlo, el usuario es redirigido a una web que solicita datos personales o bancarios, o bien descarga un programa malicioso sin que la víctima lo note.
Las estafas de los QR no se limitan a un solo ámbito, y su versatilidad las hace aún más peligrosas. Algunos de los fraudes más comunes incluyen:
- Códigos en cartas de restaurantes: El usuario escanea un QR pensando que accederá al menú, pero es redirigido a una web que solicita descargar una aplicación falsa. En lugar de pagar la cuenta del restaurante, el dinero termina en manos de los estafadores.
- Cargadores de coches eléctricos: Algunos fraudes colocan códigos QR falsos en cargadores. Al intentar realizar un pago, los usuarios son redirigidos a webs fraudulentas donde ingresan sus datos bancarios.
- Multas falsas en vehículos: En ciudades concurridas, se han encontrado códigos QR pegados en lunas de coches, simulando ser una vía para pagar multas de tráfico. Al escanearlos, las víctimas son engañadas para realizar pagos inexistentes.
- Interfaces de doble autenticación: Los ciberdelincuentes también están atacando sistemas de seguridad como los de WhatsApp, utilizando QRs falsos para robar cuentas y acceder a datos personales.
¿Cómo protegerse?
Una persona activa el código QR en un establecimiento | Pexels
Aunque evitar por completo las estafas de los QR es complicado, hay algunas medidas que los usuarios pueden tomar para reducir el riesgo:
- Verificar el enlace antes de acceder: Los últimos modelos de smartphones muestran la URL antes de redirigir a la página web. Si la dirección no coincide con la esperada, desconfía.
- Evitar escanear QRs en lugares públicos: Los códigos colocados en espacios concurridos, como estaciones o plazas, son particularmente riesgosos, ya que pueden haber sido manipulados.
- No descargar aplicaciones desconocidas: Si el QR solicita instalar una app, verifica siempre que provenga de una fuente oficial, como la App Store o Google Play.
- Prestar atención a las URLs acortadas: Los enlaces cortos o sin sentido pueden ser señales de alerta. Si no reconoces la dirección, no accedas.
- Usar aplicaciones de lectura seguras: Algunas apps especializadas en escaneo de QR pueden verificar la autenticidad del código antes de redirigir al usuario.
¿Qué hacer si eres víctima de una estafa?
Si crees que has caído en una estafa de los QR, actúa rápidamente para minimizar los daños:
- Cambia tus contraseñas: Si compartiste datos de acceso, cámbialas inmediatamente.
- Contacta con tu banco: Notifica cualquier transacción sospechosa para que puedan bloquear futuros movimientos.
- Revisa tu dispositivo: Instala un antivirus que pueda detectar y eliminar posibles amenazas.
- Denuncia el fraude: Informa a las autoridades para que puedan investigar y prevenir que otros sean víctimas.