Muere Francisco

Muere el Papa Francisco: un legado de reformas y compromiso social

Jorge Mario Bergoglio ha fallecido este lunes a los 88 años. Su pontificado ha estado marcado por profundas reformas, un fuerte compromiso social y una búsqueda incansable de diálogo en un mundo polarizado

El Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica desde 2013, ha fallecido este lunes a los 88 años. Su pontificado se caracterizó por una profunda transformación en la estructura del Vaticano, la publicación de encíclicas que marcaron el pensamiento católico contemporáneo y una teología centrada en la misericordia, la justicia social y el compromiso con los más vulnerables. Su legado deja una Iglesia renovada y abierta al diálogo con el mundo.

Desde su elección como primer Papa latinoamericano y jesuita, Francisco mostró una determinación firme en su propósito de reformar la Iglesia, promoviendo una gestión más eficiente y transparente en la Curia Romana. En 2022, impulsó una de sus reformas más trascendentales con la constitución apostólica Praedicate Evangelium, que reestructuró los organismos vaticanos y permitió por primera vez que los laicos, incluidas mujeres, dirigieran dicasterios, los equivalentes a ministerios dentro de la Santa Sede. Con este cambio, la Iglesia dio un paso significativo hacia una mayor inclusión y participación de los fieles en su administración.

El papa Francisco saluda a un grupo de monjas en la Plaza de San Pedro
Efe

Otro de los grandes desafíos de su pontificado fue la lucha contra la corrupción y la mala gestión financiera en el Vaticano. Para ello, creó la Secretaría para la Economía, con el objetivo de garantizar una mayor transparencia en el uso de los recursos eclesiásticos. También promovió cambios en el Banco Vaticano y en los procedimientos financieros de la Santa Sede, enfrentando resistencias internas pero logrando avances en la supervisión de los fondos eclesiásticos.

Cuatro encíclicas que marcan su legado

Durante su papado, Francisco dejó una huella indeleble a través de sus encíclicas, documentos de gran relevancia que abordaron cuestiones fundamentales para la humanidad. La primera de ellas fue Lumen Fidei, publicada en 2013, un texto que, aunque iniciado por su predecesor Benedicto XVI, fue completado por él y reflexionaba sobre la fe como una luz que guía la existencia de los creyentes.

Uno de los documentos más influyentes de su pontificado fue Laudato si’, publicado en 2015, en el que Francisco abordó con urgencia la crisis ecológica y el cambio climático. En este texto, exhortó a la humanidad a cuidar el planeta y a asumir una responsabilidad compartida en la preservación de la “casa común”, denunciando la explotación indiscriminada de los recursos naturales y su impacto en las comunidades más pobres. Su mensaje resonó más allá de los círculos religiosos y fue ampliamente citado en foros ambientales y políticos.

El Papa Francisco
El Papa Francisco encabeza la audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano
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En 2020, en plena pandemia, Francisco publicó Fratelli tutti, una encíclica que llamó a la fraternidad universal y a la amistad social como ejes fundamentales para construir un mundo más justo. Inspirado en la figura de San Francisco de Asís, el Papa instó a superar las divisiones, rechazar el individualismo extremo y fomentar el diálogo como herramienta para la paz. Este documento fue considerado una respuesta a la polarización creciente en la sociedad y a las desigualdades exacerbadas por la crisis sanitaria global.

Hacia el final de su pontificado, en 2024, presentó Dilexit nos, un texto centrado en la importancia del amor humano y divino en la era digital. En esta encíclica, Francisco reflexionó sobre la deshumanización provocada por el avance de la tecnología y el predominio de las redes sociales, proponiendo un retorno a la calidez de las relaciones auténticas y al fortalecimiento de los lazos familiares y comunitarios.

La justicia social, clave en su pontificado

La teología del Papa Francisco ha estado marcada por un enfoque en la misericordia, la inclusión y la justicia social. Desde el inicio de su pontificado, hizo un llamado a una Iglesia “en salida”, que estuviera cerca de los pobres y de los marginados. En su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, publicada en los primeros meses de su papado, expresó su deseo de una evangelización basada en la alegría y en la cercanía con los más vulnerables. Este documento se convirtió en un manifiesto de su visión pastoral, en la que la compasión y el servicio eran prioritarios.

Una imagen del Papa Francisco en año nuevo.

A lo largo de su mandato, Francisco también abrió el debate sobre cuestiones controvertidas dentro de la Iglesia, promoviendo una mayor acogida a divorciados vueltos a casar y mostrando un enfoque pastoral hacia la comunidad LGBTQ+. Si bien no realizó cambios doctrinales radicales, su insistencia en la necesidad de diálogo y acompañamiento marcó una diferencia en la forma en que la Iglesia abordaba estos temas.

El Papa de la paz

Otro aspecto significativo de su legado fue su defensa de la paz y la mediación en conflictos internacionales. Durante su pontificado, trabajó para acercar posturas en crisis como la de Venezuela, el conflicto en Oriente Medio y las tensiones en Ucrania. Además, su insistencia en la abolición de la pena de muerte y su condena a la trata de personas y la explotación laboral lo consolidaron como una voz influyente en temas de derechos humanos.

El Papa Francisco deja una huella imborrable en la historia de la Iglesia Católica. Su capacidad para conectar con los fieles, su estilo cercano y su preocupación constante por los excluidos lo han convertido en una figura querida y respetada, incluso entre aquellos que no compartían su fe. Su liderazgo reformista ha marcado un antes y un después en la gestión del Vaticano y su mensaje de misericordia, justicia y fraternidad seguirá inspirando a generaciones futuras.

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