Este viernes, los estudiantes de Bachillerato de toda España se lanzan a las calles en señal de protesta contra la nueva Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), generando un movimiento estudiantil que no solo busca hacer visible su descontento, sino también reclamar cambios importantes en el sistema educativo. Estas movilizaciones, que han sido convocadas por el Sindicato de Estudiantes, se centran principalmente en la incertidumbre sobre los nuevos modelos de examen, la falta de información clara y, sobre todo, la represión sufrida por estudiantes de Murcia durante una protesta reciente.
El malestar de los estudiantes no es casual. La nueva PAU, que sustituirá a la EBAU, ha generado una gran confusión entre los jóvenes. Principalmente, debido a la falta de claridad en la comunicación de los modelos de examen y los criterios de corrección. Hasta el momento, solo algunas comunidades autónomas han publicado sus especificaciones. Esto ha dejado a miles de estudiantes en el aire respecto a lo que deberán enfrentar el próximo mes de junio.
Los estudiantes exigen que se den a conocer todos los detalles de la nueva prueba lo antes posible. Aseguran que la falta de transparencia genera ansiedad y estrés innecesario. A fin de cuentas, no saben exactamente qué esperar en una etapa crucial de su vida académica. Cantabria y Castilla y León ya han hecho públicos sus modelos. Sin embargo, aún queda pendiente que otras comunidades como Valencia, Andalucía, La Rioja o Murcia presenten sus versiones oficiales. Este retraso en la publicación de la información es uno de los principales puntos de conflicto.
¿Qué exigen los estudiantes?
Los estudiantes movilizados reclaman, en primer lugar, una mayor transparencia y rapidez en la publicación de los criterios de la nueva PAU. Pero no es lo único. Las movilizaciones también ponen de relieve la falta de inversión en educación pública. Una situación que se agrava en un contexto de cambios importantes como la implementación de una nueva selectividad. Según los estudiantes, los recortes en recursos educativos dificultan aún más su preparación para estas pruebas. Y exigen un incremento en la inversión para garantizar un acceso justo y equitativo a la universidad.
Otra de las demandas tiene que ver con la estandarización de las pruebas. Las comunidades gobernadas por el Partido Popular están impulsando una PAU común. Eso implica la implementación de criterios unificados en cuanto a las fechas y las penalizaciones por faltas ortográficas, entre otros aspectos. Los estudiantes temen que esta homogeneización no tenga en cuenta las diferencias en los sistemas educativos regionales y las necesidades específicas de cada comunidad autónoma, lo que podría generar desigualdades.
El último de los factores que ha intensificado las movilizaciones de los estudiantes es la brutalidad policial reportada en Murcia durante una manifestación reciente. Durante esta protesta, los antidisturbios actuaron con contundencia, empleando detonaciones y reprimiendo a los estudiantes que lanzaban objetos. El incidente ha generado una ola de solidaridad con los jóvenes murcianos, y muchos de los que participan en las movilizaciones de hoy lo hacen también para denunciar la violencia policial.