En España, el método ROPA (Recepción de Óvulos de la Pareja) representa una revolución en el campo de la reproducción asistida. Especialmente, para parejas de mujeres. Este procedimiento permite que una mujer done sus óvulos para ser fertilizados e implantados en su pareja, facilitando así que ambas compartan una conexión biológica con su futuro hijo. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos y la progresiva aceptación social de diversas formas familiares, existe un requisito legal que condiciona el acceso a este tratamiento: el matrimonio entre las dos mujeres.
El requisito legal es el matrimonio
La legislación española especifica que, para acceder al método ROPA, las mujeres deben estar casadas. Este estipulación legal no es trivial. A fin de cuentas, tiene profundas implicaciones tanto emocionales como prácticas. La principal razón detrás de este requerimiento es asegurar que ambas mujeres obtengan reconocimiento legal como madres del niño desde el momento del nacimiento, sin necesidad de procedimientos adicionales de adopción por parte de la madre no gestante.
La exigencia del matrimonio como condición para el acceso al método ROPA ha generado un debate considerable. Por un lado, esta normativa protege los derechos de ambas madres en el plano legal. Se asegura de que la filiación del niño esté claramente establecida. Por otro lado, los más críticos sostienen que este requisito puede ser visto como una barrera innecesaria. Una barrera que limita el acceso a la reproducción asistida basándose en el estado civil. Lo cual podría percibirse como una forma de discriminación hacia aquellas parejas que, por cualquier motivo, optan por no casarse.
La perspectiva jurídica y social
Desde una perspectiva jurídica, el matrimonio confiere a la pareja una serie de derechos y responsabilidades legales que son reconocidos de manera automática. En el contexto del método ROPA, esto significa que la madre no gestante no necesita realizar ningún trámite adicional para ser reconocida como madre legal del niño. Socialmente, este requisito también puede interpretarse como una manera de reforzar la estructura familiar tradicional. Incluso dentro de la comunidad LGBTQ+.
La situación en España contrasta con la de otros países donde el método ROPA está disponible. En algunas naciones, como ciertos estados de Estados Unidos, no se exige que las parejas estén casadas para acceder a tratamientos de reproducción asistida. Esta diferencia legislativa pone de manifiesto las diversas formas en que los sistemas legales responden a los cambios sociales y tecnológicos. Al menos, en materia de reproducción y derechos de filiación.