Medidas para frenar el turismo: la llegada de semáforos para selfies

Los semáforos para selfies es solo una de las muchas medidas para frenar el turismo de masas que está destruyendo las ciudades

Turismo en Grecia - Sociedad
El turismo masificado en la isla griega de Santorini Shutterstock

El turismo, uno de los motores económicos más importantes a nivel global, está generando un impacto profundo y, a menudo, devastador en algunas de las ciudades más emblemáticas del mundo. Durante la última década, el fenómeno conocido como overtourism ha llevado a ciudades como Venecia, Barcelona y Dubrovnik a tomar medidas drásticas para proteger su patrimonio cultural, la calidad de vida de sus residentes y su entorno natural. Entre las medidas más recientes y curiosas para frenar la saturación turística, destaca la instalación de semáforos para selfies. No es la única medida y no es exclusiva de estas ciudades. De hecho, van a implementarse más en España a lo largo de los próximos años. Terminaremos acostumbrándonos a ellas.

El auge del turismo de masas

El turismo de masas ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, impulsado por el aumento de las conexiones aéreas de bajo coste, el auge de plataformas de alquiler vacacional como Airbnb y la popularización de las redes sociales, que han convertido lugares emblemáticos en must para los viajeros de todo el mundo. Sin embargo, este fenómeno también ha traído consigo una serie de problemas que están poniendo en jaque a las ciudades más visitadas del planeta.

Los centros históricos, que a menudo son pequeños y están diseñados para un flujo limitado de personas, se ven inundados diariamente por miles de turistas. Esto causa incomodidades para los residentes, evidentemente, Pero también provoca el desgaste de la infraestructura, la subida de precios en los alquileres, la transformación del comercio local en tiendas de souvenirs y la saturación de los servicios públicos.

Semáforos para selfies: una respuesta ingeniosa al problema

La proliferación del turismo de masas ha llevado a algunas ciudades a adoptar medidas cada vez más innovadoras para gestionar los flujos de visitantes. Uno de los ejemplos más recientes y sorprendentes es la instalación de semáforos para selfies en algunas zonas particularmente concurridas de Italia. Una iniciativa que busca reducir la congestión en los puntos más populares para la toma de fotografías. Y que, además, ya está llegando a España. No solo a Barcelona, sino también a localidades costeras con una afluencia masiva de turistas.

Medidas para frenar el turismo: la llegada de semáforos para selfies

Un semáforo en verde para los peatones | Licencia Unsplash

Estos semáforos para selfies, colocados en lugares estratégicos, funcionan de manera muy similar a los semáforos convencionales. Tienen luces que indican cuándo es seguro y oportuno detenerse para tomar una foto. La idea detrás de esta medida es evitar las aglomeraciones y los problemas de seguridad que surgen cuando grandes grupos de turistas se detienen en medio de la vía pública para sacarse selfies, a menudo sin prestar atención al tráfico o a su entorno.

Otros medidas para mitigar el ‘overtourism’

Los semáforos para selfies no son la única medida adoptada por las ciudades para gestionar el turismo de masas. En Venecia, por ejemplo, se ha implementado un sistema de tarifas de entrada para los turistas de un solo día. ¿El propósito? Reducir el número de visitantes y financiar la conservación del patrimonio. Dubrovnik, que se hizo mundialmente famosa tras aparecer en la serie Juego de Tronos, ha limitado el número de cruceros que pueden atracar en su puerto a diario para evitar la masificación.

En Barcelona, la regulación de los apartamentos turísticos ha sido una de las principales estrategias para controlar el turismo. La ciudad ha introducido leyes que limitan el número de licencias para alquileres vacacionales y ha incrementado los controles para asegurar que las viviendas no se alquilen ilegalmente. Estas medidas buscan frenar el desplazamiento de los residentes locales, quienes han visto cómo los alquileres se disparaban a causa de la demanda turística.

¿Cuál es el impacto de las redes sociales en el turismo?

Las redes sociales han transformado radicalmente la manera en que las personas planifican sus viajes y cómo interactúan con los destinos turísticos. Lugares que antes eran relativamente desconocidos han ganado fama mundial gracias a fotos virales. Esto ha tenido un efecto doble. Por un lado, ha impulsado la economía local al atraer más turistas. Pero, por el otro, ha llevado a una sobreexplotación de estos lugares, a veces en detrimento de su conservación y sostenibilidad.

El concepto de instagrammability, es decir, la capacidad de un lugar de generar fotos atractivas para Instagram, se ha convertido en un factor clave en la elección de destinos. Este fenómeno ha creado una demanda desmedida por ciertos lugares, donde la toma de selfies y fotografías es la actividad principal, eclipsando muchas veces el valor cultural o histórico del sitio.

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