Cortes de tráfico más de 24 horas, problemas de aparcamiento, botellones, acampadas o ruidos son algunos de los problemas que el concierto de Taylor Swift está causando en los alrededores del estadio Santiago Bernabéu.
El hecho de que el estadio del Real Madrid, que albergará el show, se encuentre en el epicentro de la ciudad y que el concierte se celebre en días laborables, dificulta mucho la movilidad de trabajadores, vecinos y alumnos de los colegios cercanos.
La infraestructura que mueve la cantante incluyendo los cien tráilers de montaje no permitirá más que un carril hábil en Concha Espina, además de que algunas calles colindantes al estadio se cierren al tráfico, como es el caso de Padre Damián que alberga tres colegios San Agustín, Paraíso Sagrados Corazones y María Virgen.
Los tres centros escolares se van a ver afectados durante los dos días de espectáculo. De hecho la policía la semana pasada ha informado a los respectivos directores de los colegios de los cortes de tráfico, además de la recomendación de que para llevar y recoger a los niños se usen salvoconductos que se pueden enseñar a los agentes para acceder. Los colegios que poseen servicio de ruta ya han informado de que quizá no puedan cumplir con el mismo recorrido. “Nos han informado de que los cortes serán dos días desde las 10 de la mañana hasta las 20h de la tarde, algo que no nos ha pasado con ningún partido de fútbol, ni siquiera los declarados de alto riesgo de la Champions, como en la pasada semifinal del Bayern” comenta Jaime Pérez, padre de un alumno afectado del Colegio Sagrados Corazones situado en Padre Damián 34. “Para los que no podemos venir al colegio andando y tenemos que traerlos en coche, esos días van a ser un atasco constante, un suplicio”. Además, las pruebas de sonido se están realizando antes de que acabe el horario escolar por lo que esos ruidos también afecta a los alumnos.
Para Paula Martín-Gromaz, madre de dos hijos en un colegio de esta zona, además se suma que debajo de su casa, en el Parque de San Fernando van a colocar la fan zone. “No es que los niños se queden sin ir al parque desde el martes, es eso va a ser una zona de botellón gigante con lo que conlleva en inseguridad y en insalubridad”. La basura y los residuos de la zona tras los dos días de conciertos y sus correspondientes acampadas son otro de los puntos calientes entre los vecinos. A ello se añade que aún no les han sabido comunicar si Alberto Alcocer será cortada o no. “A día de hoy no sabemos si podremos sacar los coches de nuestras plazas de párking, todo por un evento privado, lo veo una locura”. destaca Martín-Gromaz.
El ruido es sin duda otro de los mayores puntos de conflicto entre los vecinos de la zona Bernabeu. Algunos de ellos, incluso están organizándose en un grupo de Whastapp en el que ya son 830 damnificados. En ellos comentan “que los decibelios sobrepasan límites imaginables” algo que afecta desde el descanso de los menores, al teletrabajo y hasta a la capacidad de concentración de los estudiantes que están en etapa de exámenes. “Hemos pasado de 35 eventos anuales a 300, que es la estimación que tenemos con el nuevo Bernabéu” comentan desde la Asociación de afectados quienes también añaden “las aglomeraciones traen consigo delincuencia”.
Y es que si en los anteriores conciertos celebrados en el mes de mayo “el ruido si abrías las ventanas era insoportable, retumbaba todo, veremos a ver con Taylor Swift” comenta Isabel González, cuya fachada de su domicilio da a la altura de la Castellana donde se encuentra el estadio.
La remodelación del estadio y sus obras han dado paso a una nueva etapa de macroconciertos, donde Taylor Swift testará la acústica y la afluencia de 80.ooo espectadores reunidos. Un gran negocio que tiene a muchos vecinos hartos por los inconvenientes que conlleva.