El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, pidió este lunes “orar por todos” los afectados por la DANA durante su homilía en la misa funeral por los 222 fallecidos, presidida por los Reyes en la catedral de la ciudad. Los Reyes, de riguroso luto, siguieron la misa desde un lateral del altar, a donde llegaron directamente apenas unos minutos antes de comenzar la ceremonia.
En la fila de autoridades, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y a su vera la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero; el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres; la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y secretaria general de los socialistas valencianos, Diana Morant; y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.
También estaban la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé; los demás miembros del Ejecutivo autonómico, alcaldes de localidades afectadas, y varios presidentes autonómicos, como el de Murcia, Fernando López-Miras, y el de Andalucía, Juanma Moreno.
Los saludos y gestos amigables se sucedieron antes de comenzar la misa, a la que asistieron más de 400 familiares de víctimas, algunos de ellos con fotografías de sus seres queridos, a pesar de que varias familias denunciaron no haber sido invitadas y algunas incluso explicaban a las puertas de la catedral que no pensaban entrar a la ceremonia.
En su homilía, el arzobispo se refirió no solo a los fallecidos sino también a las cuatro personas que permanecen desaparecidas y pidió orar por todos ellos sin “olvidar” a todos los que “de un modo u otro” han resultado afectados por las inundaciones.
“No hemos pretendido hacer otra cosa al convocar esta celebración”, precisó, dejando claro que desde la Iglesia “compartimos el sufrimiento de todos, queremos estar cerca de todos y orar por todos” ya que ante una situación de dolor “los cristianos no podemos quedar indiferentes”.
Agradeció por ello “los gestos y palabras del papa Francisco, que nos han confortado a todos”, y aseguró que otras ceremonias de recuerdo y oración, desde otras creencias y confesiones, deben “alegrarnos” porque se hacen por el bien de las víctimas.
Tuvo además palabras de agradecimiento para todos los servidores públicos que desde sus diferentes ámbitos han ayudado a los afectados, así como a los voluntarios y a las parroquias que han seguido acompañando a sus feligreses.
Finalizada la ceremonia y cuando aún sonaba la música a cargo de la Coral Catedralicia, los Reyes saludaron a Mazón y a Montero y después se dirigieron a expresar el pésame a algunas de las familias, con las que conversaron y a las que abrazaron entre gestos de dolor y cariño durante prácticamente media hora.
Hacia las 20.38 horas los Reyes abandonaron la catedral acompañados por el arzobispo entre vítores pero también reclamaciones de “más ayudas”, mientras que los gritos de “asesino” se escucharon al paso de Mazón y otras autoridades por parte de algunos familiares.