Los expertos advierten: las lluvias extremas crecerán un 61% en el Mediterráneo

Las lluvias extremas que se han vivido en España estos días seguirán aumentando de manera alarmante durante los próximos años

Una treintena de vehículos fueron arrastrados de madrugada por el agua en una riera en Cadaqués el pasado viernes EFE

El Mediterráneo se enfrenta a un desafío climático sin precedentes. Un reciente estudio analiza la evolución de las lluvias extremas asociadas a las DANA en el Levante español entre 1998 y 2018, concluyendo que el calentamiento global podría incrementar las precipitaciones extremas en un 61% en esta zona.

Este fenómeno de lluvias extremas no solo afectará al Mediterráneo. En el norte peninsular, se estima un aumento del 88% en las lluvias torrenciales. La gravedad de estas cifras ha puesto de manifiesto la necesidad de debatir y aplicar medidas preventivas para mitigar los impactos de estos eventos climáticos cada vez más frecuentes.

Un problema que afecta a millones de españoles

Según el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), en España hay 2,7 millones de personas que viven en zonas potencialmente inundables. La idea de reubicar a toda esta población es prácticamente inviable. Emilio Santiago, científico titular del CSIC, lo explicó con claridad. “No hay sociedad que, a nivel administrativo, político o económico, pueda desplazar ese volumen de población. Lo único realista es desarrollar una cultura de emergencia para minimizar los daños materiales y humanos”, dijo durante un briefing organizado por el Science Media Centre.

Esta cultura de emergencia debe estar integrada en todas las áreas sociales, desde la educación hasta las políticas laborales. Países que lidian con desastres recurrentes, como las temporadas de huracanes, han logrado reducir considerablemente las pérdidas humanas gracias a la inversión en infraestructuras resilientes y procesos de concienciación ciudadana.

Soluciones basadas en la naturaleza y en la adaptación frente a las lluvias extremas

Durante ese mismo briefing organizado por el Science Media Centre, Juan Ballesteros, investigador del CSIC especializado en riesgos hidrológicos, destacó la necesidad de buscar soluciones integradas que combinen la construcción de infraestructuras con medidas basadas en la naturaleza.

Los expertos advierten: las lluvias extremas crecerán un 61% en el Mediterráneo

Vista general del polígono industrial de Sedaví anegado a causa de las lluvias extremas | EFE

“Es fundamental mejorar la capacidad de las cuencas hidrográficas para mitigar las lluvias intensas, permitiendo que los ríos dispongan de espacios para desbordarse sin afectar a las poblaciones cercanas”, afirmó Ballesteros. Estas estrategias, aunque resultan eficaces, no son definitivas. El cambio climático avanza más rápido que la capacidad de adaptación de las ciudades y sus infraestructuras. Eso significa que siempre habrá un nivel de vulnerabilidad inherente.

El científico puso de manifiesto que las medidas para mitigar las lluvias extremas no serán plenamente efectivas si no van acompañadas de políticas agresivas para reducir el consumo de combustibles fósiles. El desarrollo urbanístico, acelerado y poco planificado, sigue siendo un obstáculo significativo para las adaptaciones necesarias.

¿Qué hay más allá de las inundaciones?

El impacto de las DANAs y otros fenómenos de lluvias extremas no se limita a las inundaciones de viviendas o carreteras. También afecta la infraestructura crítica, como el abastecimiento de agua y alimentos. Las recientes lluvias torrenciales han dejado al descubierto la fragilidad de estos sistemas. Especialmente, en zonas con alta densidad de población.

Además, se han registrado daños en redes de saneamiento, que suelen ser insuficientes para manejar el volumen de agua generado por estos eventos extremos. Esto plantea un desafío adicional para las administraciones, que deberán invertir en soluciones técnicas y naturales para prevenir crisis de mayor magnitud.

Los expertos advierten: las lluvias extremas crecerán un 61% en el Mediterráneo

Situación de las alcantarillas atascadas en Paiporta | Dámaris Fernández

Uno de los aspectos más relevantes señalados por los expertos es la falta de preparación social ante estos eventos. Santiago destacó que, en otros países, la educación y la concienciación sobre desastres naturales son parte integral de la cultura. España debe avanzar en esta dirección para reducir el número de víctimas y el impacto económico asociado a las lluvias extremas.

“Las soluciones no solo están en las infraestructuras, sino también en cómo las personas entienden y responden a estas amenazas”, aseguró el científico. Programas educativos, simulacros regulares y campañas de información pueden ser herramientas clave para construir una sociedad más resiliente.

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