Los coches son machistas: cinturones de seguridad pensados sólo para hombres

Un estudio de la Fundación Línea Directa, refleja que el cinturón “favorece el efecto ‘submarining, que puede provocar lesiones internas por la presión abdominal”, además de que no tiene en cuenta el pecho femenino

Que el cinturón de seguridad salva vidas lo sabe, o debería saberlo, hasta el tato. Es el freno a la inercia de nuestro cuerpo en caso de impacto o vuelco. Su uso reduce un 50% el riesgo de muerte en caso de siniestro. Lo dice la OMS y lo confirman los datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial. En 2023, 147 personas fallecieron en las carreteras españolas por no llevar el cinturón abrochado en el momento del accidente.

En España, su uso es obligatorio desde 1975 en los asientos delanteros y desde 1992 en los traseros. En los hombres, abrochárselo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En las mujeres, en cambio, su diseño aumenta las probabilidades de morir al volante. Según un estudio de la Fundación Línea Directa, el cinturón no nos sujeta bien: “favorece el efecto ‘submarining, un deslizamiento en el asiento que puede provocar importantes lesiones internas por la presión abdominal”, explica Mar Garre, directora de la Fundación Línea Directa. Además, explican, el cinturón no tiene en cuenta el pecho femenino ni protege adecuadamente los hombros de las mujeres.

La pregunta es clara: ¿por qué los cinturones no protegen igual a las mujeres?

La anatomía femenina y masculina difiere significativamente en aspectos clave, como la distribución de la masa corporal, la rigidez ósea y la estructura muscular. Estas diferencias, ignoradas durante décadas en los estándares de diseño de cinturones de seguridad, incrementan el riesgo de lesiones en mujeres. Según Silvia Santos Cuadros, del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UC3M, “los modelos masculinos han sido la referencia casi exclusiva, dejando de lado la diversidad antropométrica de las mujeres”. Durante un frenado brusco, por ejemplo, las mujeres tenemos mayores probabilidades de sufrir lesiones cervicales o musculares debido al ajuste limitado de los cinturones actuales. ¿El motivo? Un diseño basado en cuerpos masculinos. Tradicionalmente, la industria automovilística ha usado maniquíes masculinos de percentil 50 (es decir, del tamaño y características del hombre promedio) en las pruebas de seguridad. Sí, las mujeres hemos sido ignoradas en la mayoría de los sistemas de seguridad. Una desventaja que ha motivado a un grupo de investigadoras de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) a liderar un proyecto revolucionario que busca transformar la seguridad en los vehículos desde una perspectiva de género.

Un enfoque inclusivo: Ciencia al servicio de la sociedad

Este proyecto, financiado por la Comunidad de Madrid, busca recopilar datos biomecánicos reales mediante experimentos con mujeres de diferentes edades y características corporales. Utilizando vehículos equipados con sensores, las investigadoras medirán cómo reaccionan los cuerpos femeninos ante frenadas y colisiones simuladas. Estas mediciones serán procesadas con inteligencia artificial para identificar patrones y diseñar cinturones más inclusivos. Además, esta investigación tiene implicaciones más allá de los automóviles. Según Santos Cuadros, “la seguridad en transportes públicos, como autobuses, trenes y metros, también podría mejorar al aplicar estos hallazgos”.

Mujeres, al volante de la ciencia

La UC3M no sólo está liderando este cambio desde la investigación, sino que invita a las mujeres a ser parte activa de este proyecto. “Queremos que mujeres de todas las edades y complexiones se sumen al estudio para garantizar que los sistemas de seguridad reflejen la diversidad real de nuestra sociedad”, comenta Eva Herrero, del Departamento de Comunicación de la universidad.

Más allá de los cinturones: seguridad vial con enfoque de género

Otro de los objetivos del proyecto es analizar cómo la perspectiva de género se integra, o se omite, en las campañas de seguridad vial. ¿De qué manera se comunica la prevención de accidentes? ¿Se tienen en cuenta las necesidades específicas de las mujeres? Responder a estas preguntas es clave para diseñar campañas más inclusivas y efectivas. Este proyecto no es sólo un avance tecnológico, es un paso significativo hacia la igualdad. Resulta irónico, e incluso preocupante, que los cinturones de seguridad, símbolo de protección, nos desprotejan.