Es una mujer muy discreta. Es el adjetivo que más se utiliza en los medios de comunicación para definirla. Poco se sabe de la segunda y actual esposa de Amancio Ortega porque siempre se ha mantenido a la sombra del fundador de Inditex. Pero Flora Pérez Marcote es presidenta de la Fundación de Ortega desde agosto de 2023. Lleva algo más de un año al frente de esta institución, donde había sido además vicepresidenta desde el año 2005.
Con la catástrofe de la Dana, grandes empresas se han movilizado para aportar su granito de arena para la reconstrucción de las zonas devastadas. Naturgy, Ikea, Caixabank o Mercadona. Pero es la Fundación Amancio Ortega, capitaneada por ella, por Flora Pérez, la que más dinero ha puesto a disposición de los afectados. Un fondo dotado con 100 millones de euros para los servicios sociales de los ayuntamientos afectados “para el apoyo a los ciudadanos en sus necesidades más inmediatas. La Fundación trabajará con las administraciones competentes para que la ayuda se canalice a los afectados de la forma más ágil, rápida y efectiva”.
Es un dinero que procede del patrimonio personal del empresario, el hombre más rico de España y el número 13 de todo el mundo según la revista Forbes. Una cantidad que supera la que destinó la Fundación en todo el año 2023 a diversos proyectos, con un total de 83,1 millones de euros según consta en su página web.
No es el único dinero que se ha donado por parte de la familia a los afectados por la Dana. Inditex, que preside su hija Marta Ortega, entregó cuatro millones de euros a Cruz Roja y a Cáritas para ayudar a los afectados por la Dana, para “cubrir necesidades básicas de las personas vulnerables o en situación de exclusión”, se explicó desde el grupo gallego. Este también canalizará las aportaciones voluntarias de sus trabajadores a ambas entidades, además de comprometerse a entregar ropa, calzado y productos de hogar.
Hay otras mujeres al frente de grandes empresas que están ayudando a paliar los efectos de la catástrofe. La banca ha vuelto a reaccionar como ya lo hizo en Pandemia con una moratoria de tres meses en el pago de sus hipotecas y de sus créditos de consumo. Y entre las entidades que se han adherido está Bankinter, cuya presidenta es María Dolores Dancausa.
Ofrecerá el acceso a la financiación que ha avalado la nueva línea del ICO aprobada por el consejo de Ministros además de otras iniciativas propias, como permitir extraer dinero de los cajeros automáticos sin coste en las zonas afectadas o el lanzamiento de las cuentas y bizum solidarios para canalizar las donaciones de los clientes con las ONGs con las que colabora, como Cáritas o la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal).
El banco, que cuenta además con otra mujer como consejera delegada, Gloria Ortiz, también ofrece asesoramiento específico para los clientes que tienen una póliza contratada en el banco con alguna de las aseguradoras con las que la entidad tiene acuerdos.
Otra mujer, la Reina Doña Sofía, ha donado 50.000 euros a través de su fundación, que ha creado un fondo de emergencia en colaboración con la Federación Española de Bancos de Alimentos. También está canalizando la ayuda de más de 200 empresas españolas la Fundación CEOE, presidida en esta caso por la exministra de Trabajo Fátima Báñez. El sector agrario y la construcción han ofrecido maquinaria para la primera respuesta de limpieza y retirada de los restos de la Dana de campos rurales y vías urbanas. La Fundación de la patronal también ha gestionado 80 camiones desde Madrid, que han transportado un total de 2.325 toneladas de productos, con material de primera necesidad como agua y comida.
Del mundo del espectáculo ha habido también movilización femenina. Hemos visto a la cantante Rozalén ponerse las botas de trabajo en su propio pueblo, el municipio albaceteño de Letur. La cantante Aitana y a Rosalía, ayudando en las zonas dañadas y haciéndose fotos con los afectados que las reconocían pese a la ropa de trabajo y las mascarillas. La oscarizada Penélope Cruz ha utilizado sus redes sociales para ser altavoz del trabajo de Cruz Roja y Lola Índigo acudía a un centro de la capital para donar ropa y alimentos.
Un ejército de mujeres solidarias, al servicio de los ciudadanos, con gran influencia, cada una en su sector.