La directora científica del centro vasco de investigación BC3, María José Sanz, no tiene ninguna duda acerca de la influencia del cambio climático en fenómenos como la DANA que ha asolado Valencia. Esta científica y bióloga lleva décadas estudiando los posibles efectos del cambio climático y alertando de la necesidad de adaptarnos para los escenarios climáticos que nos esperan. Entre esas proyecciones, destaca el aumento de fenómenos meteorológicos extremos como la gota fría que precisamente se ha cebado con su tierra, Valencia.
En Artículo14 entrevistamos a la que es probablemente la española más influyente en la ciencia climática en la actualidad. Del Protocolo de Kioto al Acuerdo de Dubái alcanzado en la última Cumbre del Clima de la ONU, está bióloga formada en las universidades de Valencia y del Estado de Arizona (Estados Unidos) ha formado parte de las negociaciones de los tratados internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principales causantes de la crisis climática.
María José Sanz es clara: “El cambio climático es innegable, ya que el clima está perturbado y va a cambiar”, y ha avisado de que “vamos con retraso en la lucha para mitigar sus efectos, por lo que obviamente nos vamos a tener que adaptar”.
¿Qué es el cambio climático?
El cambio climático, que estamos observando que se sobrepone a la variabilidad climática natural, es un cambio atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables (IPCC).
¿Las causas son mayoritariamente antropogénicas?
Las variaciones del clima pueden deberse a procesos internos naturales (de forma natural tiene cierta variabilidad) y puede verse también influido por forzamientos externos tales como modulaciones de los ciclos solares o erupciones volcánicas. Pero las variaciones que estamos viendo en estas últimas décadas tienen un componente muy importante debido a cambios en la composición de la atmósfera (adición de grandes cantidades de gases de efecto invernadero como el CO2, CH4, N2O) inducidos antropogénicamente de forma creciente y continuada. Esto se demuestra sustrayendo las emisiones antropogénicas de los gases invernadero y dejando solo los naturales (figura de abajo). Sólo cuando se introducen las concentraciones antropogénicas se consigue reproducir el ascenso de temperaturas observado con mediciones en la serie histórica disponible.
¿Hasta qué punto una DANA como la que ha atravesado España responde al cambio climático?
Entre los hallazgos de este reciente análisis se ha descubierto que las DANA son hasta un 15 % más húmedas en el litoral Mediterráneo español que en el pasado (estudio de ClimatMeter). Un Mediterráneo más cálido que ayuda a que las tormentas se formen con mayor facilidad cuando aparece una DANA, que trae ese aire más frío sobre nuestras cabezas. Qué sean más húmedas se traduce en un mayor volumen de precipitación en periodos muy cortos de tiempo. Es llamativo el dato de lluvia registrado durante este episodio en la localidad valenciana de Turís, donde se recogieron la friolera de 179,4 litros en tan solo 1 hora, dato que supera cualquier récord anterior.
La corriente en chorro ondula más que antes (lo que parece responder a los cambios en el Ártico) y es más frecuente que embolsamientos de aire muy fríos que se mueven en capas medias de la atmósfera se descuelguen de esa corriente y lleguen al sur de Europa. Ese aire frío ayuda a aumentar y mucho la inestabilidad atmosférica en la región que se encuentre bajo la DANA. Cuando a ese escenario sumamos otro marcado por temperaturas de agua mucho más cálidas y aire también cálido en superficie, la situación se torna muy inestable con, además, una alta concentración de agua precipitable en la atmósfera. Las temperaturas del agua tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico están muy por encima de las concentraciones medias observadas en las series históricas, como resultado de los forzamientos climáticos antropogénicos. El calentamiento de las masas de agua implica un aporte importante de vapor de agua para el tren de tormentas que ha ido entrando de mar a costa impulsado por un persistente viento de levante.
Muchos dicen que ‘gota fría’ ha habido siempre, aunque ahora la llamemos DANA. ¿En qué ha cambiado?
La terminología de gota fría (un término bastante amplio) fue progresivamente abandonada por las diferentes escuelas meteorológicas debido a los nuevos enfoques que iban apareciendo en la segunda mitad del siglo veinte (sólo en España y en Alemania se sigue empleando técnicamente el nombre de gota fría en algunas ocasiones, aunque no de forma mayoritaria). Las DANAS son un tipo de lo que denominamos de forma genérica gotas frías. En inglés se denominan “cut-off low”, en español se las conoce como Depresión Aislada de Niveles Altos o DANA.
El origen de las DANAS responde a la existencia de intensas corrientes en chorro o “jets” que circunvalan la tierra. El más conocido es el chorro polar, que lleva asociados máximos de vientos muy intensos, que superan ampliamente los 100 kt (180 Km/h). Cuando el chorro, originalmente rectilíneo, se intensifica, se ondula, lo que puede derivar en un proceso de aislamiento y estrangulamiento de parte de esta circulación intensa (una masa de aire frío en altura). Estas circulaciones se aíslan de la circulación general, se alejan de las zonas de origen y llegan a cerrarse sobre sí mismas, lo que las convierte en uno de los mecanismos atmosféricos que a nivel sinóptico puede unir todos los ingredientes necesarios para provocar lluvias torrenciales. En pocas palabras, lo que ha cambiado es que ahora se han caracterizado mejor estos procesos, y se pueden tipificar mejor.
¿Se ha producido realmente un aumento de fenómenos extremos más intensos? ¿Qué provoca este calentamiento en la atmósfera?
El cambio climático de origen humano está amplificando un buen número de fenómenos meteorológicos, desde sequías a huracanes o fuertes precipitaciones. Los últimos 20 años han visto grandes desarrollos en la atribución climática, lo que significa que ahora los científicos pueden realizar una atribución climática rápida en unos pocos días o semanas después de un evento. Met Office (UK) ha estado apoyando el desarrollo de experiencia en otras partes del mundo, además de ayudar a mejorar las observaciones, a través de trabajos como el realizado por el programa Weather and Climate Science for Services Partnership, respaldado por el Departamento de Ciencia del Gobierno del Reino Unido de Innovación y Tecnología. Carbon Brief tiene un mapa interactivo de estudios de atribución actualizados, y los estudios de atribución basados en el Reino Unido se pueden encontrar en el sitio web de Met Office, donde se puede seguir la atribución anualmente hasta 2022.
La ambición europea es reducir las emisiones un 55% para 2030. ¿Es posible? ¿Se está cumpliendo?
Tiene que ser posible si queremos evitar que los impactos sean mucho mayores. Además representa una oportunidad para construir una sociedad más sostenible y resolver muchos retos de la sociedad actual.