No faltará quien sueñe con salir en un anuncio. Pero sin duda serán menos aquellas que quieran hacerlo por tener una enfermedad. Cáncer de mama, por ejemplo. Lo que ya es casi imposible es dar con alguien que quiera encontrarse una foto suya, de sus redes sociales, usada en una campaña que promociona algo con lo que no está de acuerdo. Es justo lo que le pasó a Idoia Miranda. Una de las fotos que compartió en su Instagram mostrando el resultado de una mastectomía, acabó sin su permiso en una campaña de la Asociación Española Contra el Cáncer. “Me enteré por una compañera que me mandó un mensaje por Instagram. Me sentí fatal”, nos cuenta. “Nadie puede usar mi imagen sin permiso, por mucho que esté en la red. Es mi imagen, yo decido. Yo creo que la Asociación Española Contra el Cáncer es lo bastante grande como para no cometer una cagada así. Recibe mucho dinero como para trabajar tan mal, de una forma tan chapucera”.
Charlamos un rato con ella. Nos cuenta que le había pasado antes “pero con marcas más pequeñas”, aclara. También, que cree en el activismo como catalizador propio y como herramienta para empoderar a otras mujeres. En concreto en su cuenta de Instagram @tocatelastetas no duda en mostrar su cuerpo tal cual es. Eso sí, como ella quiere, cuando ella quiere y para lo que a ella le apetece. Como hacemos todas. Le preguntamos que si, al ser ella activista, se identifica con esta asociación, con la AECC. “Cero. Nada”, responde tajantemente. “De hecho, me ha molestado especialmente además por eso. No dudo de que con muchas pacientes hacen una labor de terapia importante, sobre todo porque eso no lo cubre la Seguridad Social. Pero sus campañas son pésimas. Muy pasadas de rosca. No sólo no contribuyen a cambiar el discurso, sino que lo alimentan. Pero, como hacen una función, yo siempre he sido muy discreta con esto. Aunque ellas saben de sobra quién soy y lo que pienso”.
Idoia está en contra del pinkwashing y cree que este sigue presente en el discurso de la AECC, pero matiza: “aunque estuviera a favor de la causa. Imagina que hacen esto en un momento en el que no me quiero exponer o me siento insegura y me encuentro con mi imagen en una campaña en redes. Por eso he hecho el vídeo. Porque si no, la campaña seguiría circulando”.
“Se han puesto en contacto conmigo a través de Instagram, sí. Me han dicho que ha sido un error y que cuando se han dado cuenta lo han retirado de todos los soportes online y offline. Yo les he pedido que den detalles sobre todos los soportes en los que aparece y que me envíen una copia de cada caso. Si son folletos, que me digan cuántos hay y por dónde se han distribuido. Porque mi imagen puede seguir dando vueltas por ahí´”. En la bio de Instagram de Idoia hay una frase: “No doy permiso para usar mi imagen sin mi consentimiento”. Siempre ha estado ahí “salvo en las últimas dos semanas. Acabo de recuperar mi cuenta, me la habían hackeado.” Ayer, tuvo que escribirla de nuevo.