La condena de Daniel Sancho: cadena perpetua y 119.000 euros

Daniel Sancho ha sido condenado a cadena perpetua y a pagar una indemnización de 119.000 a la familia de Edwin Arrieta

Daniel Sancho en Tailandia - Sociedad
Daniel Sancho acompañado por la policía tailandesa tras su detención EFE

El caso de Daniel Sancho ha sacudido a la opinión pública tanto en España como en Colombia y Tailandia. La madrugada de este jueves, un tribunal tailandés dictó sentencia final en su juicio. Lo ha condenado a cadena perpetua tras ser hallado culpable del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Además, se le obliga a pagar una indemnización de 119.000 euros a la familia de la víctima. Este veredicto pone fin a un proceso judicial que ha captado la atención mediática durante meses, y que ha dejado al descubierto las profundas implicaciones sociales y jurídicas que rodean este caso.

Un crimen premeditado

Daniel Sancho fue arrestado en agosto del año pasado en la isla de Koh Phangan, un popular destino turístico en Tailandia. El arresto tuvo lugar después de que el cuerpo desmembrado de Edwin Arrieta fuera encontrado en diversas partes de la isla. Desde el inicio, las pruebas apuntaban a un crimen brutal y premeditado. Lo que llevó a las autoridades tailandesas a actuar con celeridad en la investigación.

El condenado confesó haber asesinado a Edwin Arrieta durante un altercado. Alegó que actuó en defensa propia. Sin embargo, la fiscalía presentó pruebas contundentes que demostraban la premeditación del crimen, incluyendo mensajes de texto y cámaras de seguridad que mostraban los movimientos de Daniel Sancho en las horas previas y posteriores al asesinato. Estas pruebas fueron clave para que el tribunal emitiera una condena tan severa.

El juicio de Daniel Sancho en Tailandia

El proceso judicial se desarrolló en el Tribunal Provincial de Samui, uno de los más destacados en la región. A lo largo del juicio, que tuvo lugar en abril, la defensa de Daniel Sancho intentó argumentar que el asesinato no había sido premeditado y que el acusado merecía una pena menor. No obstante, el juez encargado del caso consideró que la evidencia era irrefutable y que Sancho había planificado el asesinato de manera deliberada.

Un vehículo de transporte de prisioneros en el que viajaba el chef español Daniel Sancho Bronchalo llega al Tribunal Provincial de Koh Samui

El juicio también destacó por el grado de colaboración de Daniel Sancho con las autoridades tailandesas. Un factor que ha influido en la decisión del juez de reducir la pena original de muerte a cadena perpetua. Según el propio juez, la cooperación del acusado con la investigación fue determinante para no imponer la pena capital. No obstante, esto no suavizó la severidad de la condena final. Daniel Sancho pasará el resto de su vida en una cárcel tailandesa.

Tras la lectura del veredicto, el fiscal Jeerawat Sawatdichai expresó su satisfacción con la decisión del tribunal. En declaraciones a la agencia EFE, el fiscal afirmó que la condena de Daniel Sancho por los tres cargos presentados durante el juicio refleja la gravedad de los delitos cometidos. “Estamos satisfechos con la justicia que se ha hecho en este caso. La sentencia de cadena perpetua es una muestra de que en Tailandia no se tolera la violencia extrema, especialmente cuando se trata de un asesinato tan cruel y premeditado”, señaló Sawatdichai.

El impacto en las familias

El dolor y la devastación que este crimen ha causado en la familia de Edwin Arrieta son incalculables. A lo largo del proceso, la familia ha estado presente y ha buscado justicia para su ser querido. La indemnización de 119.000 euros, aunque es significativa en términos económicos, difícilmente podrá compensar la pérdida de una vida tan valiosa para ellos. Sin embargo, para la familia Arrieta, el veredicto supone un cierre en el largo y doloroso proceso judicial. Y la certeza de que el asesino de Edwin cumplirá su condena tras las rejas.

Por otro lado, la familia de Daniel Sancho también ha vivido un calvario durante todo este proceso. Aunque su hijo no sufrirá la pena de muerte, la cadena perpetua significa que pasará el resto de su vida en una prisión tailandesa. Un lugar lejano y ajeno a todo lo que conoció en su vida anterior. Para la familia Sancho, la sentencia supone una mezcla de alivio y desolación: si bien su hijo no fue condenado a muerte, la severidad de la pena impuesta es un recordatorio constante del terrible acto que cometió.

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