Los días soleados de comienzos de abril han sido solo un espejismo. La llegada de la borrasca Oliver amenaza con arruinar por completo el tan esperado descanso de la Semana Santa. Los expertos coinciden: el tiempo en Semana Santa estará marcado por la inestabilidad, las lluvias y un notable descenso de las temperaturas en amplias zonas de la Península.
La borrasca Oliver: nueva amenaza en un abril incierto
Después de un inicio de mes marcado por la estabilidad atmosférica, con temperaturas suaves y cielos despejados, los modelos meteorológicos han dado un giro preocupante. La borrasca Oliver, la número quince de gran impacto en lo que llevamos de temporada, se convertirá en protagonista absoluta del tiempo en Semana Santa.
Según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la borrasca Oliver llegará a partir del jueves y traerá lluvias generalizadas en el noroeste, el interior peninsular y parte del sur, justo cuando comienzan los principales desplazamientos por el puente festivo.
El tiempo en Semana Santa se complica en toda la Península
La previsión es clara: el tiempo en Semana Santa será inestable, con precipitaciones frecuentes y temperaturas más bajas de lo habitual para estas fechas. La borrasca Oliver comenzará a notarse el jueves con lluvias en Galicia, Castilla y León, Extremadura y puntos del oeste andaluz. El viernes, las precipitaciones se intensificarán, afectando también al centro peninsular y parte del Cantábrico.
La situación podría agravarse si se confirma un nuevo bloqueo anticiclónico, como el que ya desvió otras borrascas hacia la Península en marzo. Este fenómeno aumentaría la probabilidad de lluvia durante todo el puente y limitaría las escapadas y procesiones que tradicionalmente se celebran en estas fechas.
El viernes será clave para entender el alcance de la borrasca Oliver. Según Aemet, ese día marcará el inicio del periodo más complicado del tiempo en Semana Santa, con lluvias intensas en el noroeste, centro y sudoeste de la Península. Es, además, la jornada en la que se prevé un mayor volumen de desplazamientos por carretera, lo que obliga a extremar la precaución en la conducción.
En contraste, la vertiente Mediterránea mantendrá mayor estabilidad. Allí, la borrasca Oliver dejará cielos nubosos pero con lluvias muy puntuales, especialmente en zonas costeras. No obstante, la sensación térmica será más fresca debido al viento y la humedad.