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Una DANA que paraliza, atemoriza y aún no acaba

El temporal mantiene en vilo a Málaga, Granada, Valencia y Tarragona

España parece haber aprendido la lección de cómo afrontar una DANA a un altísimo precio, el de 216 víctimas mortales que fueron engullidas por las violentas crecidas de agua del pasado 29 de octubre en la demarcación de Valencia. Con media provincia todavía patas arriba —y lo que queda—, con miles de servidores públicos aún entregados a las tareas de desescombro y con una cifra de 16 desaparecidos tras aquel violento episodio, otra DANA castiga desde ayer, miércoles, el litoral mediterráneo. No hay, por el momento, víctimas que lamentar, ni desaparecidos que hallar. Pero no ha acabado.

Todo lo que falló hace dos semanas, todas las medidas que llegaron tarde parecen haberse puesto en marcha ante esta segunda DANA casi consecutiva. En particular, los desalojos: más de 4.000 vecinos de la provincia de Málaga han sido evacuados (casi 3.000 personas ya lo fueron el martes de la ribera del río Guadalhorce y en las últimas horas la prevención se extendió a otro millar de ciudadanos ubicados en las proximidades del río Campanillas).

También las alertas de todo tipo de organismos públicos se han distribuido con mayor agilidad. El sistema ES-Alert de envío de mensajes a los móviles a bocinazos se ha usado sin complejos a lo largo de todo el litoral mediterráneo; los servicios de emergencias no han titubeado a la hora de declarar avisos rojos y otras entidades como la Confederación Hidrológica del Ebro tampoco han dudado a la hora de advertir de crecidas de agua en barrancos.

Parálisis contra la DANA

Con toda seguridad, todo ello ha sido de gran ayuda para evitar pérdidas humanas y limitar la desgracia a impactantes inundaciones. Pero nada lo ha sido tanto como el autoconfinamiento de la población, que optó por quedarse en casa de forma masiva mientras las autoridades decretaban un contundente cierre de servicios (ni colegios, ni servicios ferroviarios, ni líneas de autobús) e imponían restricciones al tráfico terrestre en los puntos más afectados por la DANA (Málaga, Granada, litoral de Valencia, norte de Castellón y sur de Tarragona).

Las alertas siguen activas y todavía pueden vivirse momentos complicados a lo largo del día de hoy, jueves. Pero las autoridades están actuando con el inevitable escarmiento que ha provocado la catástrofe de Valencia. Los colegios permanecerán sin clases en Málaga y Granada —ambas en aviso rojo—, pero también en Sevilla, Huelva y Cádiz —en aviso naranja—. Lo mismo ocurrirá en municipios de Castellón y Valencia.

Lecciones aprendidas

A fuerza de repetirlo, las autoridades han conseguido que la población aprenda casi de memoria los consejos fundamentales ante la DANA: no acercarse a ríos y arroyos, no coger el coche, limitar los desplazamientos y situarse en la cota más alta en caso de inundación.

El síndrome de prevención tras la catástrofe de Valencia ha puesto en guardia a todos los gobernantes, que ni regatean restricciones ni tampoco tiemblan cuando dicen que, si hiciera falta, no tardarían “ni un minuto”, en solicitar “la colaboración del Ejército”.  Lo dijo este miércoles el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, desplazado al Centro de Coordinación de Emergencias 112 Andalucía en Málaga, epicentro de la DANA en su comunidad.

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