Hannah Neeleman, la cara detrás de Ballerina Farm y el movimiento ‘tradwife’

El movimiento 'tradwife' estadounidense ha encontrado en Hannah Neeleman y Ballerina Farm su máximo exponente en las redes sociales

Ballerina Farm - Sociedad
Hannah Neeleman, la cara detrás del éxito de Ballerina Farm, junto a sus cuatro hijos Redes sociales

En un mundo donde las redes sociales están repletas de influencers que promueven estilos de vida urbanos y modernos, ha surgido una figura singular que ha llamado la atención de millones de espectadores. Se trata de Ballerina Farm. Detrás de este nombre se encuentra Hannah Neeleman, una exbailarina de ballet que dejó atrás los escenarios de Nueva York para vivir en una granja en Utah. Con más de 9 millones de seguidores, Ballerina Farm se ha convertido en un fenómeno. Especialmente, entre quienes idealizan una vida simple y tradicional. Hablamos del movimiento tradwife.

Hannah Neeleman, nacida como Hannah Wright, creció en Springville, Utah, en una familia numerosa con nueve hermanos. Desde joven mostró un talento excepcional para la danza, lo que la llevó a obtener una beca para el programa de ballet de la Brigham Young University y posteriormente a la prestigiosa Juilliard School en Nueva York. Fue durante una feria de Acción de Gracias en Utah donde conoció a Daniel Neeleman, con quien se comprometió tan solo tres semanas después.

Daniel Neeleman, hijo del empresario David Neeleman, fundador de la aerolínea JetBlue, también creció en una familia grande y mormona. Tras casarse, la pareja vivió en São Paulo, Brasil, antes de regresar a Utah. Juntos, buscaron durante años la tierra perfecta para su granja, la cual finalmente encontraron en 2018 y bautizaron como Ballerina Farm.

El fenómeno ‘tradwife’ nace en Estados Unidos y se está extendiendo

Aunque Hannah Neeleman se ha etiquetado como una tradwife o esposa tradicional, ella misma ha aclarado que no se siente completamente identificada con este movimiento. Las tradwives promueven un estilo de vida centrado en el hogar, con la mujer dedicándose por completo a las tareas domésticas y al cuidado de los hijos. Sin embargo, Hannah también es una influencer de tiempo completo. Utiliza su plataforma para promocionar productos de grandes empresas, además de los de su granja.

Ballerina Farm no es solo una granja. Se trata una marca que comercializa productos como harina de trigo orgánico, jabones artesanales y miel cruda. A través de su cuenta de Instagram y su canal de YouTube, Hannah Neeleman documenta su vida cotidiana, desde la cosecha de huevos hasta la elaboración de pan de masa madre. Estas publicaciones han sido comparadas con un reality show, atrayendo a millones de personas que se sienten fascinadas por su estilo de vida natural y autogestionado.

La popularidad de Ballerina Farm no ha estado exenta de polémicas. Algunos críticos cuestionan las decisiones de Hannah Neeleman, como dar leche sin pasteurizar a sus hijos, y el hecho de que, a pesar de ser millonaria, sigue trabajando arduamente en la granja. También ha habido debates sobre el papel de la religión en su vida, ya que los Neeleman son mormones, una fe que enfatiza la importancia de la familia y la comunidad.

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