“Tranquilos, que no van a venir. Esta Policía no estaba hace un rato. Me cago en Dios. Hijos de puta. Sacad las palas ya“. El ambiente estaba muy crispado ayer por la mañana en Chiva. Los vecinos esperaban deseosos que Sánchez y los Reyes aparecieran por allí después de su visita estelar en Paiporta de la que se fueron llenos de barro, entre insultos y con las ventanas del coche del presidente del Gobierno rotas.
Ahora, se investiga a una veintena de jóvenes relacionados con grupos ultra que pueden estar detrás de los ataques con barro a la Casa Real, a Mazón y a Sánchez en Paiporta. Al ver lo ocurrido, el presidente del Gobierno rápidamente huyó hacia su coche para protegerse. Él mismo le había aconsejado a los Reyes no ir. Sin embargo, fueron Felipe VI y Letizia los que permanecieron al lado del pueblo, aún con tierra en la cara, escuchando las súplicas de cada uno de sus vecinos. Un gesto que les honró mientras el presidente ya les había abandonado hace largos minutos.
Había dudas de si la comitiva aparecería en Chiva después del recibimiento en la zona cero de la DANA. Así lo apuntaba la agenda enviada por la Casa Real que hasta minutos antes aseguraba que no tenían confirmación “de la suspensión de la visita”.
Visita aplazada
Todo parecía indicar que los Reyes, al menos, aparecerían. La Guardia Civil estaba en sus puestos y los francotiradores vigilaban desde las terrazas. En mitad de la espera, un vecino espontáneo comenzó a gritar lo indicado previamente. Y es que como muchos denunciaban, el pueblo de Chiva había sido limpiado hasta ese entonces por sus vecinos y voluntarios sin ninguna ayuda de las autoridades que aun no les habían visto pasar por allí a ayudar desde el pasado martes que ocurrió todo.
Finalmente, de un momento a otro, la Guardia Civil, con un simple gesto de cabeza, se dispersó ante la incertidumbre de los vecinos que muchos entendieron automáticamente que por allí no aparecería nadie. Minutos después fue confirmada esta información por la Casa Real, aunque explicaron que la visita sería “aplazada”.
El desasosiego y el enfado se hicieron con el pueblo que protestaron al grito de “cobardes”. Sin embargo, no fueron todos. Aunque algunos vecinos sí estaban enfadados porque los Reyes, el presidente del Gobierno y Carlos Mazón fueran a “hacerse la típica foto”, había una parte de la población que la visita de los Reyes le daba “esperanza”.
La alarma tardía y los fallecidos sin confirmar
Aun seis días después de la tragedia y con las explicaciones recibidas por parte de su presidente autonómico, los valencianos siguen sin entender cómo la alarma se dio tan tarde. Amparo, vecina de Chiva, al comprobar el tiempo por parte de la AEMET y ver que llovía mucho ya el martes por la mañana, decidió no mandar a su hijo adolescente al instituto. Después le pidió a su sobrina que no fuera a trabajar al mediodía, pero esta le indicó que no podía porque “no habían suspendido los trabajos”.
Lo que ocurrió al final es que la Guardia Civil tuvo que rescatarla a las cinco de la mañana de un tejado al que se había subido debido a la riada. “Su coche está destrozado”, asegura Amparo. Cree que si se hubiera lanzado la alerta antes “se podrían haber salvado muchísimas vidas”. La vecina se pregunta aun hoy quién es el que debe dar esa orden. Asegura que ella al Rey no le echa la culpa porque “el Rey no sabe nada, pero los políticos sí”.
Así mismo agradece la ayuda recibida por parte del pueblo. “Tenemos comida y agua. Los tractores nos han ayudado a limpiar las calles. Hemos tenido de todo. Los militares y la UME no han venido, solo la Guardia Civil de Chiva”.
Mada, otra vecina de Chiva, por su parte, denuncia la situación de los fallecidos. No comprende por qué la cifra oficial no se está actualizando (en estos tres días de puente solo se ha pasado de 211 cadáveres a 214). “Del polígono, en los coches, sacaron al menos diez cuerpos”, explica Mada. Y esto solo en una zona que ella viera de Chiva.
Hoy es lunes 4 de noviembre. Mañana hará una semana desde que ocurrió todo y aunque la mayoría de los voluntarios regresaron ayer a sus casas, aquí en Valencia, según aseguran los vecinos, se siguen necesitando muchas manos. Así nos lo confirmaba también un miembro de la UME de León, desplegado desde el miércoles, con el que Artículo14 pudo hablar en Utiel.