“Estamos en el Bonaire atrapados cientos de trabajadores. No nos han dejado irnos nuestros superiores, tampoco tenemos comida ni tampoco un sitio donde sentarnos, porque Cinesa no se hace responsable y recae en los pobres trabajadores. Sólo han habilitado el hall”. Así comienza el testimonio de la joven Bárbara Jiménez, una usuaria de Twitter y trabajadora del centro comercial Bonaire, en Aldaia, que a las 8 de la mañana del miércoles seguía encerrada junto a medio centenar de personas.
Las tareas de rescate se están alargando, según han confirmado fuentes municipales y trabajadores de los locales que han pasado la noche en las instalaciones después de que una fuerte pantanada provocara el desbordamiento del Barranc de la Saleta sobre las 20:30 horas del martes e inundara gran parte del término municipal de Aldaia.
Según ha informado personal del centro comercial, solo en la parte de Factory Bonaire cerca de 75 personas han pasado la noche a resguardo en la primera planta de la superficie comercial, principalmente trabajadores, personal de limpieza y de seguridad.
Todas las empresas que ayer no dejaron irse a sus trabajadores pese a los avisos de emergencia y carreteras inundadas,deberían ser multadas por cada trabajador afectado.Menudos sin vergüenzas.Esto fue Bonaire anoche: pic.twitter.com/CFS8zRWlXB
— Lina Morgan Freeman (@Lestrut) October 30, 2024
Es el caso de Bárbara Jiménez, que ha hablado con Artículo14 sobre la situación. “Espero que los ‘jefes’ de las tiendas y locales paguen por esta irresponsabilidad. Habiendo alerta roja y los barrancos desbordados y no dejando que nos vayamos por la tarde. Esto se podría haber evitado”, relata tajante la trabajadora de uno de esos locales.
“Hay locales como Popeyes y Montaditos que esta tarde dieron al menos papas. Solo pedimos aunque sea poder comer algo y sentarnos resguardados, no en el hall tirados en el suelo cuando estamos todos empapados”, continúa la joven.
Intentar salir… o quedarse
Fuentes municipales aseguran que a medida que avanzaba la noche más de una veintena de afectados decidieron abandonar el área comercial a pie para intentar volver a sus casas. En estos momentos más de medio centenar de personas continúan aisladas.
Otras, como Bárbara, decidieron quedarse, en parte por el miedo a las represalias de sus superiores. “Nos tienen aquí, tirados en el suelo. Os enseño un vídeo, pero no tengo mucha cobertura. Nos han dado un poco de comida, un vaso para tomar Coca Cola y una botella de agua, y ya no hemos vuelto a saber nada. Y no sabemos nada más”.
“Está el suelo mojado, la gente en el suelo, y hay más personas que sillas para sentarse. Pero que todo sea eso… La persona de seguridad de Cinesa nos ha dicho que no se hacía responsable. Los trabajadores han sido los que se han ‘comido el marrón’; ellos, los pobres, no tienen la culpa, pero los que nos han tenido aquí trabajando sin cerrar han sido nuestros supervisores. Ha sido mi caso y el de todos mis compañeros: nuestro local, que es un restaurante, no nos han dejado irnos. Y eso no puede ser, porque han jugado con nuestra vida”.
🌩 ➡️ Mas imágenes del centro comercial de Bonaire, inundado. pic.twitter.com/0D9fnNKnKh
— PLATAFORMA CIU. (@Cuerpospolicia1) October 30, 2024
Las fuentes municipales indican que el panorama en el centro comercial es desolador. “Está todo destrozado. Es como si hubiera pasado un tsunami”. A este respecto, explica que los daños en los comercios son de una gravedad extrema “porque se han roto cristaleras y el agua ha inundado en más de un palmo muchos locales”.
Precisamente ha sido en Bonaire (Valencia) donde las lluvias han provocado momentos de pánico en el centro comercial. La DANA provocó el desbordamiento del río Magro y la tromba de agua ha ido afectando a los distintos municipios de la zona. El agua entró por la planta baja del centro comercial. Varios testigos grabaron el momento en que las personas que se encontraban en el interior daban golpes desesperados viendo que no paraba de subir el nivel del agua. Muchos de ellos se refugiaban en la zona a la espera de ser rescatados por los servicios de emergencia.
El agua se llevó a su paso la mayor parte de los productos expuestos en las distintas tiendas. La fuerza del agua era tal, que incluso llegó a desplazar expositores enteros y mobiliario diverso de los distintos locales. Muchos trabajadores del centro comercial se refugiaron del agua en plantas superiores del centro, donde el agua no pudo llegar.