La reciente DANA que ha azotado la Comunidad Valenciana ha dejado una huella de desolación en varias comunidades de la Huerta Sur. Paiporta se ha convertido en el epicentro del desastre. Sin acceso a servicios básicos y con un número de fallecidos que no para de crecer, la situación en el municipio valenciano es crítica. Los habitantes viven en un estado de temor y angustia que no deja de intensificarse. Nos lo ha contado un vecino de la localidad en exclusiva para Artículo 14.
Con más de 150 víctimas mortales confirmadas en toda la región y daños materiales incalculables, Paiporta ha sido una de las áreas más afectadas. En el municipio, las calles han quedado sepultadas bajo capas de barro y escombros, y el sistema eléctrico ha colapsado. Miles de personas no tienen luz. Tampoco tienen recursos ni suministros básicos. La DANA ha inundado calles y viviendas, y ha convertido el entorno en un paisaje desolador donde los coches están atrapados o destrozados mientras el lodo cubre cada rincón. Una historia de terror.
La falta de servicios básicos y sus consecuencias en Paiporta
La carencia de agua y electricidad es un reto para los residentes, pero también para los equipos de emergencia. Sin alumbrado público ni acceso a los suministros más esenciales, el miedo de los habitantes de Paiporta que han sobrevivido se intensifica durante la noche. La anarquía y el caos se han apoderado de algunas zonas de la localidad debido a la falta de recursos. Los intentos de ayuda se ven ralentizados por la dificultad de acceder a las zonas afectadas.
Las carreteras y calles principales están intransitables en muchos tramos. Los equipos de rescate, entre ellos la Unidad Militar de Emergencias (UME), operan a diario en condiciones adversas. La UME, desplegada para llevar a cabo labores de salvamento y recuperación de cuerpos, se enfrenta a serias limitaciones debido a los estragos de la tormenta y la falta de recursos en las zonas afectadas. La cantidad de desaparecidos en estos momentos es alarmante. Mientras tanto, la UME no para de sacar a flote nuevos cuerpos.
Una Comunidad Valenciana vulnerable y desatendida
La crisis no afecta solo a las infraestructuras, sino también a la calidad de vida de los habitantes de la Comunidad Valenciana. El barrio de La Torre, habitado en su mayoría por familias de clase trabajadora, vive una situación particularmente dramática.
Según ha revelado en Artículo 14 Salvador Pastor, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Gracia, la tormenta ha afectado a más de 500 familias, muchas de las cuales ya se encontraban en una situación de vulnerabilidad económica. La parroquia, habitualmente un centro de ayuda material, también quedó anegada. Esto dificulta cualquier tipo de asistencia a los vecinos en una zona donde, semanalmente, Cáritas atendía a unas 190 familias.
Los efectos de la DANA se han visto agravados por las condiciones económicas de la comunidad. La falta de recursos para afrontar la magnitud de la tragedia ha hecho que los vecinos dependan aún más del apoyo externo. No obstante, la ayuda no siempre llega a tiempo. El miedo a nuevas crecidas de agua no hace sino aumentar la incertidumbre.