A finales de agosto, España va a experimentar un cambio meteorológico significativo, con el verano caluroso dando paso a condiciones más inestables. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se avecinan fuertes tormentas, granizo y lluvias intensas. Especialmente, en el este y sureste del país. Este cambio drástico se debe a la formación de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), comúnmente conocida como ‘gota fría’, que es responsable de la inestabilidad atmosférica esperada del tiempo en España.
La DANA, un fenómeno atmosférico caracterizado por el enfriamiento del aire en capas altas y su interacción con el aire cálido en la superficie, ha sido el catalizador de las tormentas que se pronostican en varias regiones. Este fenómeno no es infrecuente en la península durante el verano. De hecho, suele asociarse con eventos meteorológicos extremos, como fuertes lluvias y granizadas. Desde luego, el tiempo en España va a dar un giro de 180 grados. En cuestión de semanas, hemos pasado del calor extremo a tormentas generalizadas, lluvias, granizo y otras inclemencias meteorológicas inesperadas.
¿Qué zona de España están en riesgo por las condiciones atmosféricas? Así estará el tiempo en España a finales de agosto
Las comunidades autónomas más afectadas, según la AEMET, incluyen Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, donde se han emitido avisos amarillos por tormentas y lluvias intensas. Estas regiones podrían experimentar precipitaciones que superen los 20 mm en una hora, acompañadas de granizo en algunas zonas. Los Pirineos orientales y la Ibérica oriental también están bajo riesgo de tormentas severas.
En el noroeste peninsular, aunque se espera un aumento de la nubosidad, las lluvias serán menos intensas. Galicia, Asturias y Cantabria podrían experimentar lluvias dispersas y nubosidad persistente. Por su parte, en Canarias, el clima será notablemente diferente, con un incremento en las temperaturas que podría superar los 36 ºC, acompañado de calima.
El impacto de este cambio brusco en el tiempo podría ser significativo. Las lluvias intensas y las tormentas podrían causar inundaciones repentinas, especialmente en áreas urbanas y rurales con una topografía que facilita la acumulación de agua. El granizo representa un riesgo adicional, con la posibilidad de daños en cultivos y propiedades. En Canarias, las altas temperaturas previstas podrían agravar la sequía que ya afecta a la región, aumentando el riesgo de incendios forestales y poniendo en peligro la salud de la población, especialmente de los más vulnerables.