Efecto Werther. Esa es la razón por la que durante décadas se ha eludido hablar del suicidio en los medios de comunicación. Se buscaba evitar la imitación, la repetición, huir del “efecto llamada”. Sin embargo, la estrategia parece no haber funcionado y el suicidio, por mucho que lo nombremos poco, existe. Es cierto que, tras cinco años de cifras crecientes, en 2023 se registraron 275 muertes menos por suicidio que el año anterior. Pero es que 2022 fue el peor en este sentido desde que hay datos. Según el INE, ese año, 4.227 personas fallecieron por suicidio en España. Eso supone una media de 11,5 personas al día. De ellas, 1101 eran mujeres, un 26% del total. Tres al día. Hay muchas más muertas como consecuencia del suicidio que por accidentes de tráfico o por violencia machista (49, también en 2022).
La verdad es que las circunstancias y los hechos en sí no son comparables, pero no lo es menos que la información disponible sobre violencia machista o seguridad vial es mucho más accesible.
En el caso del suicidio, las cifras son preocupantes y, sin embargo, se quedan cortas. “Es como un iceberg. Sólo vemos los suicidios consumados pero el fenómeno es mucho más amplio.” Estas palabras son del Secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo. Las pronunciaba el lunes en rueda de prensa y, en el caso de las mujeres, son doblemente verdad. Según la información recogida en la web de la Fundación Española para la prevención del suicidio, “las mujeres lo intentan 3 veces más que los hombres, pero ellos lo consuman 3 veces más que las mujeres”.
Tres mujeres al día
Trabajar con las cifras hace que seamos más conscientes de la realidad global, pero es hablando con las personas cuando entendemos de verdad las implicaciones de algo que acaba con alrededor de 700.000 vidas al año en todo el mundo según la OMS. Ariadna, la hija de Carlos Soto, fue víctima de suicidio cuando tenía 18 años. De eso hace ya 10 y, desde entonces, Carlos se dedica a la divulgación y a la prevención. Le preguntamos a él por qué las mujeres morimos menos, aunque lo intentemos más.
“Uno de los factores más importantes es la menor letalidad de la forma que escogen para llevarlo a cabo. Por eso hay menos casos de mujeres, porque al ser menos letales, hay más posibilidades de llegar a tiempo y salvar la vida”, nos dice. Los datos de la Memoria Anual de Suicidios respaldan sus palabras. Sin embargo, en este aspecto también se tiende a la igualdad, aunque no sea algo positivo en esta ocasión. “Al final, la igualdad (que está muy bien), parece que hará que todo el mundo tenga el suficiente empoderamiento como para tomar también decisiones equivocadas. Por eso es tan importante la información y que sea buena”, remarca Carlos Soto.
Hablemos de la edad
Quizá existe un prejuicio sobre la edad de las mujeres que fallecen como consecuencia del suicidio. Existe la idea de que muchas, la mayoría, son muy jóvenes. La realidad es que, en 2022, de todas las mujeres víctimas de suicidio, 3 eran menores de 15 años y 217 tenían entre 15 y 39 años, frente a 448 que tenían entre 40 y 59 años. Una cifra muy similar a las que tenían más de 60 años: 433. Los datos aquí son claros: el problema afecta a todas las edades, es transversal y así ha de afrontarse.
Un plan de prevención con perspectiva de género
Son varias las autonomías que tienen un plan de prevención del suicidio, pero no existe una estrategia nacional. O, al menos, no todavía. El número de casos ha hecho que, de nuevo, este tema vuelva a estar en la agenda política. La Ministra de Sanidad, Mónica García, insistía este lunes en que cualquier medida ha de tomarse con perspectiva de género, teniendo en cuenta el perfil de las víctimas. “Nos preocupa de manera particular la marcada disparidad de género que hay en el caso del suicidio. En España la tasa de suicidios es tres veces mayor en hombres que en mujeres, mientras que las mujeres tienen más intentos autolíticos. Entender estas diferencias de género va a ser clave para mejorar estas estrategia de prevención”, decía en rueda de prensa. Y añadía: “la mejor prevención del suicidio consiste en garantizar que las vidas merezcan ser vividas”.
Pide ayuda. El 024 es Línea de Atención a la Conducta Suicida. Está disponible las 24 horas todos los días de la semana.