La plataforma X, antes conocida como Twitter, ha vuelto a copar los titulares. Esta vez la causa es la reciente actualización de sus términos de servicio. Bajo el liderazgo de Elon Musk, la empresa ha modificado sus políticas. Lo que podría llevar a los usuarios a litigar con el magnate, pero solo en un tribunal federal del norte de Texas. Un distrito conocido por sus fallos conservadores. Esta decisión ha provocado una serie de reacciones que podrían escalar hasta los tribunales. Especialmente, debido a las implicaciones políticas y legales detrás de esta maniobra.
Un cambio en la jurisdicción de Elon Musk: ¿por qué Texas?
A partir del 15 de noviembre, cualquier demanda presentada por un usuario contra X deberá ser procesada en la corte federal del distrito norte de Texas o en los tribunales estatales del condado de Tarrant, Texas. Aunque no es raro que las empresas definan una jurisdicción específica en sus términos de servicio, la elección de este distrito en particular ha llamado la atención. X, que recientemente mudó su sede a Bastrop, en las cercanías de Austin, pertenece al distrito oeste de Texas. Por lo que la decisión de utilizar el distrito norte, donde predominan jueces conservadores, ha generado suspicacias.
Este distrito ya ha sido escenario de varios casos políticamente sensibles, donde jueces designados por administraciones republicanas, como Reed O’Connor y Mark Pittman, han fallado a favor de causas conservadoras. Esta elección de jurisdicción ha sido calificada por algunos críticos como una forma de judge-shopping o búsqueda de jueces favorables. Especialmente, en litigios que podrían enfrentar a Elon Musk y su empresa con adversarios ideológicos o comerciales.
Stephen Vladeck, profesor de derecho en Georgetown University, comentó en The Guardian: “Es difícil imaginar que esta elección de foro no esté relacionada con la tendencia conservadora de esta corte”. Además, el hecho de que esta jurisdicción ya haya sido utilizada en demandas anteriores presentadas por X fortalece las sospechas de que este cambio en los términos de servicio es una estrategia legal calculada.
Las demandas actuales contra X y su influencia en los nuevos términos
La actualización de los términos de servicio llega en un momento en que X está involucrada en dos importantes demandas ante la corte federal del distrito norte de Texas. La primera es una demanda por difamación contra Media Matters, un grupo de vigilancia liberal que acusó a la plataforma de permitir que anuncios aparecieran junto a publicaciones que promovían el nazismo. Elon Musk, indignado por el informe, presentó la demanda alegando que la organización había dañado injustamente la reputación de su plataforma.
La segunda demanda es un caso antimonopolio, en el cual X acusa a varios anunciantes de conspirar para boicotear la plataforma. Esto resultó en una pérdida significativa de ingresos publicitarios. Ambas demandas fueron inicialmente asignadas al juez federal Reed O’Connor, quien ha sido objeto de controversia en el pasado por fallos que han bloqueado políticas de la administración Biden, incluyendo reformas sobre control de armas y derechos LGBTQ+.
Sin embargo, O’Connor se retiró del caso antimonopolio en agosto después de que un informe revelara que poseía acciones de Tesla, otra de las empresas de Elon Musk. No obstante, O’Connor ha decidido mantenerse al frente de la demanda contra Media Matters. Eso ha hecho alzar las cejas con escepticismo. Se duda sobre la imparcialidad del proceso judicial. El otro juez activo en el tribunal federal de Fort Worth, Mark Pittman, también tiene un historial de fallos favorables a causas conservadoras, lo que refuerza la percepción de que Musk está utilizando esta jurisdicción para obtener decisiones favorables.