“En el ante es mejor prevenir que limpiar”, así comienza la Ordenatriz su particular tutorial de cómo limpiar el ante. Ciertamente, es uno de los materiales más delicados a la hora de querer hacer desaparecer una mancha.
Sin embargo, la creadora de contenido en Instagram ha compartido unos trucos de lo más eficaces. Repasamos uno a uno todos los consejos de la Ordenatriz para limpiar el ante correctamente.
La Ordenatriz te dice cómo debes limpiar el ante
Según la Ordenatriz, para todas las manchas en ante y especialmente las de grasa, lo que se debe hacer es en primer lugar humedecer el calzado o el bolso con alcohol y cubrir la zona con polvos de talco. Deberás dejarlo actuar durante tres días. Además, en caso de que quedase blanquecino después de cepillarlos, pasad una bayeta mojada con vinagre de limpieza.
En caso de que se trate de mojados o pequeñas manchas, la Ordenatriz aconseja usar goma de borrar y un buen cepillo con el que eliminar los rastros de manchas.
Cómo arreglar transferencias de color o desteñimiento en el ante
Si tu objeto de ante se ha visto desteñido o afectado por la transferencia de color de otra prenda, deberás aplicar laca de pelo y frotar con una bayeta de microfibra y agua.
En caso de querer realizar una limpieza profunda, la Ordenatriz te aconseja frotar la prenda repetidamente con fórmula mágica y una bayeta de microfibra. Otro truco es frotar con un estropajo verde, seco y limpio para devolver la textura al tejido de ante. Para terminar, deberás peinar el tejido con un cepillo y aplicar un spray reparador de ante.
También señala la creadora de contenido de orden y limpieza que es importante aplicar un spray impermeabilizante al menos una vez al mes. Eso sí, la Ordenatriz advierte de que cada uno tiene instrucciones de uso diferentes para cada marca. Por tanto, es importante seguirlos al pie de la letra. También destaca la importancia de usar mascarilla durante su uso y aplicarlos en el exterior. Por último, destaca que el impermeabilizado no significa que no se vayan a manchar nunca más. Sino que protege, pero durante un mes aproximadamente, según el uso que se le dé a la prenda o calzado. Pasado un tiempo, habrá que repetir el tratamiento.
El ante, un tejido de lo más delicado
Ciertamente, el ante es un material de lo más delicado. Esto se debe a su estructura fina, su capacidad para absorber líquidos y su tendencia a dañarse con facilidad bajo condiciones de uso cotidianas. Lo cual requiere un cuidado adecuado para mantener su belleza y funcionalidad tal y como recomienda la Ordenatriz.
El ante es un tejido delicado debido a varias características inherentes a su estructura y proceso de fabricación. Repasamos algunas de ellas:
- Origen del material: El ante proviene de la capa interna de la piel de ciertos animales, como el ciervo, el cordero o la cabra. Esta capa es más fina y suave que la parte exterior de la piel, lo que la hace más susceptible al desgaste.
- Textura: El ante tiene una superficie suave y aterciopelada, lo que lo hace propenso a dañarse fácilmente con el roce o la fricción. Cualquier contacto brusco puede alterar la textura de la superficie, dejando marcas visibles.
- Porosidad: Al ser un material poroso, el ante puede absorber fácilmente líquidos, lo que lo hace vulnerable a manchas y daños por humedad. Un poco de agua o incluso la exposición al sudor o aceites de la piel pueden dejar manchas permanentes en el tejido.
- Sensibilidad a la suciedad: Debido a su suavidad y textura porosa, el ante tiende a acumular polvo y suciedad con mayor facilidad que otros tejidos. Esto lo convierte en un material difícil de mantener limpio y requiere cuidados especiales para evitar que se ensucie.
- Fragilidad ante ciertos productos de limpieza: Los productos de limpieza agresivos o los métodos inadecuados pueden dañar el ante. Por ejemplo, el uso de cepillos duros o la exposición a productos químicos fuertes puede dañar la fibra del material y alterar su aspecto.
- Propensión al desgaste: Aunque el ante es un material muy apreciado por su suavidad y estética, su delicadeza lo hace más susceptible al desgaste y desgarros con el tiempo, especialmente si se usa en áreas de alto contacto, como zapatos o bolsos.