En unos momentos de gran inestabilidad en España debido al apagón del lunes, que aún sigue coleando, esta semana llega el esperado Puente de Mayo de 2025. Sin embargo, este año no llega con buenas noticias climáticamente hablando. Lo que muchos esperaban que fueran unos días de escapada con tiempo estable, podrían verse empañados por una borrasca cargada de incertidumbre que se aproxima desde el Atlántico y amenaza con dejar chubascos, tormentas e incluso granizo en amplias zonas del país, muchas de ellas destinos turísticos típicos para estas fechas, donde ya se esperaría calor y sol.
Y es que este año el Puente de Mayo estará marcado por un clima caprichoso, en el que casi todo es posible: sol, lluvia, tormentas, viento, calima. Lo suyo es estar informado y mirar las previsiones locales con frecuencia, tener el paraguas a mano y mantén la flexibilidad en los planes.

Una semana que empieza tranquila… pero no durará
La mayor parte de España seguirá bajo los efectos de una dorsal que mantendrá el cielo despejado y las temperaturas primaverales. Pero este clima sosegado tiene los días contados. Y es que a partir del miércoles, cuando muchos dan inicio a sus ‘vacaciones’, una borrasca acompañada de aire frío en altura comenzará a desestabilizar el panorama.
Los primeros indicios del cambio llegarán al oeste peninsular. Galicia, Extremadura, oeste de Castilla y León y Andalucía serán las primeras regiones en notar los efectos, con lluvias que irán ganando intensidad con el paso de las horas. A la vez, no se descartan algunas tormentas dispersas en zonas del interior del área mediterránea.
El jueves festivo, con paraguas en mano
El festivo del 1 de mayo se perfila como una jornada de tiempo revuelto en muchas zonas. Aunque el día podría comenzar con cierta tranquilidad, las nubes irán ganando terreno, especialmente en el oeste y el norte, donde las precipitaciones podrían ser persistentes e incluso tormentosas en áreas de montaña. También Canarias, en especial las islas occidentales, podrían recibir lluvias ese día. Además, la borrasca favorecerá la entrada de calima en el este peninsular, lo que podría enturbiar el cielo y reducir la calidad del aire.
Viernes inestable y fin de semana incierto
El viernes se perfila como el día más complicado del puente. Si se cumplen las previsiones actuales, nuevas precipitaciones, más activas incluso, podrían recorrer el país dejando lluvias generalizadas, especialmente en el noroeste y zonas del sistema Central. Las tormentas podrían venir acompañadas de aparato eléctrico, viento fuerte e incluso granizo.
De cara al fin de semana, las previsiones se tornan aún más difusas. Todo dependerá de si la borrasca permanece en el oeste de la península o se desplaza. En el primer caso, se espera que las lluvias se mantengan durante el sábado en buena parte del interior, y el domingo podrían centrarse en el norte peninsular. En el segundo, los chubascos podrían remitir algo antes, aunque no se espera una mejora clara y generalizada.
Los lugares que más afectados se van a ver
En las previsiones Galicia parece liderar el ranking de precipitaciones previstas, con acumulados que podrían rozar los 80 mm en el norte de la comunidad. También se esperan registros significativos en Asturias, Castilla y León y el entorno del sistema Central. Por el contrario, el litoral mediterráneo y el sureste peninsular podrían esquivar, en gran parte, la inestabilidad.
Pese a las lluvias, las temperaturas no serán especialmente frías. En ciudades del norte como Bilbao podrían alcanzarse los 26 o 27 grados gracias al viento sur. En Madrid se mantendrán entre los 20 y 21 grados, aunque con mínimas algo frescas. Mientras en el sur y el este, como en Sevilla o Murcia, los termómetros podrían subir hasta los 30 grados conforme avance el puente.