Uno de los elementos más temidos de cuantos ocupan las carreteras españolas son sin duda los radares de tráfico, que tienen básicamente dos funciones: por un lado, la de detectar infracciones, que pueden llevar a multas y sanciones; y por otro, la de prevenir accidentes al obligar a los conductores a mantenerse en una velocidad segura, especialmente en tramos donde, por distintas razones, se registra un mayor número de accidentes.
Y hay bastantes tipo, puesto que los radares pueden ser fijos, de puntos o de tramos, y móviles, colocados en motocicletas y en coches encubiertos, en drones y helicópteros, o disimulados detrás de barreras protectoras en carreteras, y también un tipo aún más efectivo en lo suyo, el radar doble.
Además, se han convertido también en una de las mayores fuentes de recaudación por concepto de multas, tanto para la DGT como para algunos ayuntamientos. Ya que en la práctica, se trata de una de las infracciones más comunes entre los conductores españoles, a pesar de que han adoptado algunas medidas como el uso de aplicaciones y de redes sociales, para detectar los radares fijos y móviles, y para evitar problemas, no termina de funcionar como se esperaba y siguen cayendo las multas.
El nuevo radar doble tiene destino
La A-8, mejor conocida como autovía del Cantábrico, tiene una extensión de 468 kilómetros y recorre casi toda la costa del Cantábrico, conectando al País Vasco con Cantabria, Asturias y Galicia. Y al estar en esa zona y la cantidad de turismo y tráfico que se mueve, es una de las autopistas más transitadas de España, especialmente durante el verano.
Y precisamente es en un tramo de esta autopista donde la DGT está instalando desde abril, y poniendo a prueba un nuevo radar de tramo, que opera en los dos sentidos y que entró en funcionamiento en agosto, precisamente en uno de los momentos de mayor afluencia de vehículos en esta autopista.
Este nuevo radar de tramo está ubicado en la comunidad de Cantabria, entre Ontón y Castro Urdiales, tiene una extensión de 6 kilómetros y mide la velocidad en doble sentido, y se convertirá en el tercer radar de tramo en esta autopista.
¿Por qué en la A-8?
Y es que se han decidido a esto porque el tráfico puede superar los 70.000 vehículos por día en esta autopista. Además, en los últimos meses, en ella se ha presentado un repunte de los accidentes de tráfico cercano al 10%, lo que ha llevado a las autoridades a tomar nuevas medidas de control como esta.
Aunque más que a la velocidad, los accidentes en esta autovía están muy relacionados con las condiciones climáticas, como es el de las abundantes lluvias casi todo el año, y con la proximidad a la costa, que generan mayor humedad en el asfalto y pueden sorprender a los conductores, provocando salidas del carril y pérdida de control del vehículo. Pero claro, todos esos factores se complican aún más si le pisa de más al coche.
Radar doble: en período de prueba
Esta joya de la DGT en forma de nuevo radar lleva poco tiempo activo, puesto que empezó a funcionar en agosto, pero ahora mismo y hasta dentro de cinco meses está en período de pruebas, hasta enero de 2025, durante el cual las personas que cometan infracciones solo recibirán una notificación por correo, sin la multa correspondiente.
El funcionamiento es simple, pero hay que acostumbrarse a él, puesto que los radares de tramo registran la matrícula de los coches en un punto de entrada y otro de salida, y al contrastar los tiempos entre los dos registros obtienen la velocidad promedio. Si ese supera el límite de velocidad establecido, se produce una infracción y la consecuente multa, o durante estos meses, notificación.