Isabel Serra ganó su escaño como eurodiputada por Podemos en las últimas elecciones al Parlamento Europeo. Estudió Filosofía y un máster en Economía Internacional y Desarrollo en la Universidad Complutense de Madrid. Desde su juventud, ha estado involucrada en movimientos sociales, como el del Proceso de Bolonia, y fue fundadora del colectivo Juventud Sin Futuro. Forma parte del núcleo de duro de la exministra Irene Montero, fue diputada y portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, y en la actualidad comparte con Pablo Fernández, la portavocía nacional de los morados. La resaca del Congreso Federal del PSOE este fin de semana, donde se aprobó la eliminación de la Q+ de la nomenclatura LGTBI, ha soliviantado al colectivo y a distintas formaciones. Isa Serra, como se la conoce popularmente, responde ante la inesperada actitud de los socialistas.
¿Qué supone para el colectivo la decisión del PSOE de eliminar la Q+?, ¿qué mensaje se está enviando a la sociedad?
Han situado la LGTBIfobia y concretamente la transfobia como un elemento central de su proyecto político. Se han situado contra la diversidades y contra las personas que no se adecúan al mandato heteropatriarcal. Borrando Q+ se reproducen los discursos de la ultraderecha y se sitúa a las personas LGTBIQ+ como chivo expiatorio, señalándolos como causantes de los males que sufren las mujeres, la clase trabajadora y la ciudadanía en su conjunto, poniendo a competir el último como el penúltimo. No es nuevo: llevan años alimentando una batalla política y de poder contra el Ministerio de Igualdad y han generado un monstruo que se ha terminando comiendo lo que decían que era una defensa de esos derechos por parte del PSOE. En cualquier caso, no van a borrar a las personas queer, las personas no binarias o las personas trans, que van a seguir conquistando derechos, porque la sociedad va muy por delante del PSOE. En cuanto a la enmienda sobre el deporte, manda un mensaje muy peligroso a las niñas, niños y niñes que quieren hacer deporte. Lo que hace el PSOE es reproducir ese mensaje de odio y exclusión que causa violencia hacia las personas trans.
¿Qué opina de estos malabarismos de los socialistas para que convivan dos corrientes antagónicas en un mismo partido?
Por desgracia, la corriente reaccionaria ha ganado a los que decían defender derechos en el PSOE. Dirán que conviven ambas corrientes en el partido, pero lo que sucede en realidad es que el PSOE está cada vez en posiciones más reaccionarias y conservadoras. Eso se ve también en su acción de Gobierno. La ley trans hay que desplegarla, y el PSOE no dio solo una batalla vergonzosa contra las personas trans y contra la ley durante su tramitación, sino que van a dar pasos atrás en derechos de las personas trans. Lo ocurrido este fin de semana es una declaración de intenciones de que las personas LGTBI no pueden contar con el Gobierno de este país.
En la práctica aseguran que no supone ningún cambio, sin embargo, ¿es el tema de las deportistas un ataque claro a las mujeres?
La ley trans recoge la LGTBIfobia como una de las violencias que se produce en el ámbito deportivo. De hecho, el art 26 dice que el Consejo Superior de Deportes promocionará los valores de inclusión y respeto a la diversidad en materia de orientación sexual, identidad de género, etc. Las instituciones tienen que combatir el acoso y la discriminación que se produce en el deporte, y lo que hace el PSOE es alimentar más el odio, incumpliendo la ley y los valores de cualquier proyecto que se diga progresista, porque las mujeres trans son mujeres y los derechos trans son derechos humanos. Es un mensaje muy peligroso para los menores que están en competiciones deportivas, porque el PSOE dificulta que tengan referentes visibles. Es un ataque a las infancias trans.
¿Qué pueden hacer las personas que sientan que se las ha atacado con esta decisión?
Todos y todas tenemos que tener claro que, frente al fascismo y a los reaccionarios, tenemos que seguir avanzando. Tenemos que combatirlos avanzando en derechos, teniendo claro que avanzar en feminismo -una sociedad de libres e iguales donde los derechos de las mujeres estén garantizados- requiere de avanzar en derechos LGTBI, algo que ha entendido perfectamente el movimiento feminista a pesar del PSOE. Frente a su reacción, más movilización y más implicación ciudadana.