Una de las principales causas de las multas al volante son los excesos de velocidad y es que esta es una de las mayores causas de accidentes en las carreteras es esta y por eso la DGT esmera en controlarlo, normalmente con el uso de radares, que son una de sus principales armas para disuadir a quien esté al volante de exceder los límites. Muchos lo saben y evitan correr, pero hay casos en los que por culpa de algún pequeño despiste es imposible, y es que están hechos para hilar muy fino, no dejando al conductor que se pase lo más mínimo, bueno, realmente un poco sí, porque tienen un muy ligero margen de error.
Y es que hay tramos de carretera en los que una pequeña desconexión puede llevar a una notificación que, a los días, llega al buzón de casa por excederse en los límites. Además, muchas veces es culpa de los propios conductores, que desconocen el margen de error con los que cuentan los radares. Y es que a pesar de los límites de velocidad existe un porcentaje que se fija para respetar los mínimos. Este margen, según lo establecido por la Dirección General de Tráfico, se marca en 7 kilómetros por encima del máximo permitido. Eso sí, siempre que el máximo permitido sea inferior a 100 kilómetros por hora. Al contrario, si la velocidad permitida supera este límite, el control de radar saltará con un 7% por encima del límite máximo.
Diferencias entre vías
Las diferencias entre exceder los límites en vías urbanas o en autovías son muy notables, y en una carretera urbana limitada a 50 kilómetros por hora los conductores tienen un margen de error que se redondea a los 8 kilómetros. Por lo que, a pesar de que la vía esté limitada por debajo de la velocidad marcada, hasta 58 kilómetros, el radar no notificará ningún tipo de sanción al conductor.
En cambio, en las autovías, autopistas o vías que alcancen los 120 kilómetros, el margen se calcula, según lo especificado en la Dirección General de Tráfico, en encontrar la cifras que restando la tolerancia del 7% resuelva un valor de velocidad por encima del permitido siendo también infracción. Por lo que, en este caso, la cifra de multa alcanzaría los 131 kilómetros y es entonces cuando el radar saltará.
Para controlarlo existen drones, radares fijos, helicópteros pegasus o radares móviles, que son los encargados de regular que las normativas de tráfico en velocidad se cumplan en las vías nacionales. En el caso de las limitaciones a 100 kilómetros, se redondeará a 9 por encima, siendo uno más en los límites cerrados en 110 kilómetros.
El umbral de tolerancia
Además este no es el único margen de error, ya que la mayoría de los automóviles marca un contador ‘irreal’ debido a que siempre sitúa la velocidad máxima cuatro kilómetros por encima de los que realmente va el vehículo. Esta pequeña diferencia entre lo que marca un radar y lo que se necesita para que salte se denomina umbral de tolerancia, y se aplicó en todos los radares de tráfico de España en 2015, algo que incluye el margen de error del velocímetro del vehículo.