El 11 de febrero de 2013 quedó grabado en la memoria colectiva como un día que rompió con siglos de tradición. En un acto sin precedentes en tiempos modernos, el Papa Benedicto XVI, nacido Joseph Ratzinger, anunció su renuncia al pontificado. Era la primera vez en más de 600 años que un Papa dejaba voluntariamente su cargo.
Cuando el cielo parecía responder
Mientras el mundo intentaba procesar la inesperada noticia, el cielo sobre Roma parecía manifestarse también. Una intensa tormenta eléctrica cubrió la ciudad y, en medio del estruendo, un rayo impactó la cúpula de la Basílica de San Pedro. La coincidencia entre el anuncio papal y el fenómeno natural fue tan poderosa que muchos la interpretaron como un presagio divino.
La foto que dio la vuelta al mundo
La impresionante imagen fue obra de Alessandro Di Meo, fotógrafo de la agencia ANSA, quien se encontraba en el lugar durante la tormenta. Durante casi una hora, desafió la lluvia y el viento en busca de la toma perfecta. Su perseverancia fue clave: después de perder una primera oportunidad mientras limpiaba la lente, logró capturar el instante exacto en que el rayo golpeaba la cúpula.

Una captura única
Di Meo compartió los detalles técnicos detrás de su famosa fotografía:
- Tiempo de exposición: 8 segundos
- Apertura de diafragma: f/9
- ISO: 50
- Lente: gran angular
- Soporte: la cámara se apoyó en una barandilla, no en un trípode
A pesar de las dudas que surgieron en redes sociales, la imagen fue verificada como auténtica. “La foto es real”, afirmó el propio Di Meo, añadiendo que la logró “con terquedad y, por qué no, también con algo de suerte”.
Confirmación científica del fenómeno
El Instituto de Ciencias de la Atmósfera y del Clima (ISAC) del CNR de Roma confirmó que a las 17:54 del 11 de febrero se registraron dos descargas eléctricas con apenas 75 milisegundos de diferencia y a una distancia de unos tres kilómetros entre sí. Los expertos concluyeron que ambas pertenecían probablemente a una misma ramificación del rayo, y no se puede descartar que una de ellas impactara la cúpula.
Una señal interpretada por todos de forma distinta
Más allá de la física, la imagen quedó como un símbolo potente y abierto a la interpretación: un rayo que cayó del cielo el mismo día en que el líder espiritual de más de mil millones de personas decidía poner fin a su pontificado. Un momento fugaz, capturado con maestría, que se convirtió en un hito visual de la historia contemporánea del Vaticano.