La violencia sexual hacia la infancia tiene un coste económico de 4.453.873.167 euros, es decir, el 0,31% del PIB. Esta cifra procede de sumar el gasto en las consecuencias de las agresiones de casos denunciados, que asciende en España a 1.275.670.086 euros según la prevalencia en la población general, más otros gastos atribuibles a pérdida de productividad, destrucción de riqueza y daños emocionales a víctima y familiares que serían al menos 3.178.203.081 euros.
Así se desprende del informe “¿Cuánto cuesta mirar hacia otro lado? Los costes de la violencia sexual contra la infancia y adolescencia”, realizado por Educo y la Cátedra de los Derechos del Niño de la Universidad Pontificia Comillas y presentado este miércoles.
Según los autores es la primera vez que una investigación sondea el coste económico del impacto de estas agresiones a menores -tanto físicas como psicológicas y sociales-, así como el coste de estos hechos y sus consecuencias en las personas afectadas, pero también en toda la sociedad.
El primer importe del desglose (1,27 millones) corresponde a casos denunciados y a determinados costes derivados de casos no detectados (por ejemplo, atención psicológica a una niña que no lo ha contado), pero que se han cuantificado a partir de la prevalencia (porcentaje de la población general que ha sufrido violencia sexual durante su infancia y que los autores estiman en 17,29%).
Además de determinar la cifra de gasto anterior, se ha puesto valor económico a daños de difícil monetización, como la pérdida de productividad, la destrucción de riqueza, los daños emocionales de la víctima y su familia, entre otros. Con todo ello se han estimado determinados costes en los que no se incurre cuando no se detectan los casos, pero que son cuantificables y podrían haber reducido el daño si la detección hubiese sido temprana y la intervención, eficaz. Según los autores esos ascienden a un coste mínimo de 3,17 millones de euros.