El cardenal de Paraguay: “Necesitamos un Papa que siga el magisterio de Francisco”

El cardenal paraguayo, Adalberto Martínez, apuesta por dar continuidad a la "Iglesia más sinodal": "Hay cosas que no pueden volver atrás"

El cardenal de Paraguay, Adalberto Martínez
A14

Apenas aterrizado en Roma, el cardenal de Asunción, Adalberto Martínez, se une al clima de recogimiento y preparación que se respira en el Vaticano tras la muerte del Papa Francisco. “La Sede quedó vacante, pero no vacante de sus enseñanzas”, afirma en conversación con Artículo14. Bergoglio, dice, marcó un antes y un después para América Latina y para su país en particular: “Cuando me entregó el anillo cardenalicio me dijo: ‘Esto es un homenaje a Paraguay’”. Recuerda con emoción su visita pastoral en 2015, su cercanía con la comunidad paraguaya en Buenos Aires y su amistad con Esther Ballestrino, una exiliada paraguaya que dejó huella en el joven Jorge Mario.

Consciente de que el cónclave será su responsabilidad como elector, Martínez reflexiona sobre el perfil que necesita la Iglesia en este momento: un Papa que mantenga la senda abierta por Francisco. “Hay cosas que no pueden volver atrás”, afirma. Entre ellas, destaca el impulso hacia una Iglesia sinodal y en salida, que priorice la comunión, la escucha y la atención a los más vulnerables. “Su estilo de ser un Papa de periferias es muy importante. Visitaba villas, migrantes, indígenas. Esa conciencia de ir hacia afuera es lo que ha quedado como legado más vivo”, concluye.

El cardenal paraguayo Adalberto Martínez, junto al Papa Francisco
El cardenal paraguayo Adalberto Martínez, junto al Papa Francisco

Eminencia, ha llegado usted al Vaticano esta semana. ¿Qué percepción tiene a su llegada a la ciudad tras la muerte del Papa Francisco?

Vengo de Asunción, de Paraguay, y realmente nos tomó de sorpresa a todos la partida del Santo Padre. La Sede quedó vacante, pero no quedó vacante de sus enseñanzas, sobre todo del magisterio del Santo Padre. Él es muy querido en Paraguay, y en Latinoamérica en general: no en vano es el primer Papa americano. Visitó Paraguay en el año 2015 y dejó una presencia muy grande, muy sentida en el país. Yo fui nombrado cardenal por él en el año 2022 y cuando él me dio el anillo cardenalicio me dijo: “Esto es un homenaje a Paraguay”.

Se sentía muy unido a Paraguay, ¿no es cierto?

Yo sentí mucho que mi nombramiento como cardenal no era un homenaje personal, sino un homenaje a todo un país que él amaba profundamente. Conoció a muchos paraguayos cuando era obispo en Buenos Aires, en una parroquia dedicada a Nuestra Santa Patrona, la Virgen de Cacupé, y realmente aprendió a querer mucho a los paraguayos.

De hecho, él trabajó en un laboratorio químico cuando pensaba que esa era su vocación, ser químico, y trabajó con Esther Balestrino, una paraguaya exiliada en Buenos Aires y se convirtió en algo así como una maestra para él en temas de luchas sociales. Creo que el Papa Francisco la apreció mucho; ella también fue perseguida por cuestiones políticas e ideológicas. Y también estuvo en Paraguay, porque siendo jesuita estuvo inmerso en las revoluciones jesuíticas de Paraguay para defender a los más vulnerables, a los indígenas… Cuando dijo “esto es un homenaje a Paraguay” creo que lo dijo porque él sabe que el país ha contribuido mucho para elaborar surcos donde sembrar la buena semilla del Evangelio.

Usted es uno de los cardenales electores del nuevo Papa y pertenece a ese 80% de cardenales que fueron designados por el Papa Francisco.

Sí, sí, así mismo, la verdad que no sé cuánto por ciento. Pero sí, realmente en Paraguay le queremos mucho y también en todo el episcopado. No somos un episcopado muy grande, pero realmente todos nos sentimos muy identificados con él. Tuvimos una visita “ad Limina” [cada Obispo da cuenta al Papa del estado moral y espiritual de su diócesis] también con él en 2017 y nos recibió muy familiarmente.

¿Puede decirse que el cónclave para la elección del nuevo Papa va a ser bastante bergogliano, ¿no?

No sé si esa es la palabra. Pero sí, su perfil, su carisma muy propio, su estilo de ser un Papa de periferias es muy importante. Yo estuve en Buenos Aires para visitar los paraguayos migrantes el pasado diciembre, y bueno, ahí pude ir a visitar las villas en las periferias. Él creó una conciencia de que la Iglesia tiene que ir hacia afuera, hacia las periferias, y en ese sentido también puede ser recordado como un Papa de las periferias, sin descuidar el centro.

¿Va a ser su primer cónclave? ¿Cómo se prepara un cardenal para un cónclave, aparte de rezando?

Bueno, ya nos estamos preparando en el sentido de que, aparte de rezar, debemos conocernos porque los cardenales somos de distintos lugares y la verdad es que no nos conocemos todos, y somos muchos. Creo que vamos a ser como 130 y tanto, más los eméritos, así que más de 200.

¿Tiene usted alguna esperanza concreto en el nuevo Santo Padre, algún nombre?

Está dando vueltas por ahí, sí, sí. Yo creo que cada cardenal tiene lo propio, digamos, pero es cierto que necesitamos a uno que pueda continuar también su magisterio. Hay cosas que no pueden volver atrás.

¿Por ejemplo?

El Papa Francisco ha abierto camino y todo lo que tiene que ver con una iglesia más sinodal [incluye a laicos y a obispos] en comunión, pues creo que él insistió mucho en ello a pesar de que ya en el Vaticano II ya se estableció. Y ese es un trabajo siempre con fricción, el de la comunión.

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