En los últimos días, las tormentas de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) han causado estragos en numerosos puntos de España. Pero, sobre todo, se ha cebado particularmente con la Comunidad Valenciana. Las intensas lluvias y el granizo han provocado daños significativos en viviendas, vehículos, comercios, infraestructuras y campos de cultivo. Con el temporal disipándose, ahora llega el momento de evaluar los daños y averiguar quién asume los costos de reparación. Porque, ¿quién cubre los daños por la DANA? ¿Quién se hace cargo?
Las respuestas a quién cubre los daños por la DANA dependen de varios factores, como el tipo de seguro que se tiene, la naturaleza de los daños y si el siniestro puede calificarse como “extraordinario”. Teniendo en cuenta las previsiones meteorológicas de los próximos días, es importante contar con las respuestas a mano.
La importancia de revisar la póliza de seguro con los daños por la DANA
El primer paso para quienes hayan sufrido daños por la DANA es revisar su póliza de seguro. Es importante conocer la cobertura que se ha contratado y verificar si cubre inundaciones, daños por granizo u otros fenómenos asociados con eventos naturales intensos. Muchas pólizas de hogar, automóvil o agricultura tienen cobertura por siniestros meteorológicos comunes. Sin embargo, esta protección puede ser limitada.
Si la póliza no contempla este tipo de eventos o no se dispone de seguro, los afectados pueden esperar a que el Gobierno declare la zona como “catastrófica”. Esta declaración abriría la puerta a ayudas estatales, que están diseñadas para respaldar a los ciudadanos cuando sus seguros no ofrecen cobertura para ciertos desastres naturales
¿Quién cubre los daños extraordinarios?
Para los daños causados por fenómenos naturales extremos, como una “inundación extraordinaria” o una “tempestad ciclónica atípica” —es decir, con vientos que superan los 120 km/h, como tornados o huracanes—, es el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) quien se hace cargo de los daños, siempre que el afectado tenga un seguro en vigor.
Detalle de un muro caído a causa de las lluvias que afectan a la Comunidad Valenciana | EFE
El CCS es un organismo público que actúa cuando los daños sobrepasan lo que cubren las pólizas estándar, y su rol es crucial en situaciones como las generadas por la DANA. Los ciudadanos asegurados pueden comunicar directamente su siniestro al Consorcio. Sin embargo, se recomienda dar primero parte a su aseguradora. A fin de cuentas, esta puede gestionar la reclamación ante el CCS si determina que los daños son extraordinarios.
Cómo reclamar ante el Consorcio de Compensación de Seguros los daños por la DANA
Para poder presentar una reclamación al Consorcio por los daños por la DANA, es fundamental que el asegurado esté al día en los pagos de su seguro. Si el daño se considera extraordinario, la entidad aseguradora procesará la solicitud de indemnización con el CCS en nombre del cliente.
Estado en el que ha quedado los coches en la localidad malagueña de Álora tras el desborde del río Guadalhorce debido a las lluvias torrenciales a consecuencia del paso de la DANA | EFE/Jorge Zapata.
Para presentar la reclamación, el afectado debe aportar la documentación que acredite el siniestro y el cumplimiento de los requisitos del seguro. En casos de daños severos y amplios, como las recientes inundaciones, es aconsejable contar con pruebas visuales (fotografías, videos) y documentos que demuestren el estado de los bienes antes y después del temporal. Además, el CCS ofrece en su página web una “Guía rápida de solicitud de indemnización” que permite a los asegurados completar su reclamación de manera ágil y organizada.
¿Qué pasa si no tienes seguro?
Aquellos que no cuentan con seguro deben esperar a que se determine si el área afectada será declarada zona catastrófica. De ser así, el Estado podría habilitar fondos de ayuda para los damnificados. No obstante, este proceso puede ser más largo y dependerá de la disponibilidad de recursos.
Una vez emitida la declaración de zona catastrófica, los afectados podrán solicitar subvenciones y ayudas especiales para costear las reparaciones. Sin embargo, estas ayudas no siempre cubren la totalidad de los daños y suelen estar sujetas a procesos administrativos y de valoración más extensos.