El tren de borrascas que azota España desde hace ya varios días parece no tener freno. La sucesión de temporales ha generado una sensación de inestabilidad constante que ha afectado tanto al ánimo de los ciudadanos como a la actividad diaria de numerosas regiones. Las lluvias, el viento y las alertas meteorológicas se han convertido en parte del paisaje cotidiano, y la gran pregunta que todos se hacen es clara: ¿cuándo terminarán estos temporales y dejará de llover?
Desde comienzos de marzo, el país se ha visto inmerso en una secuencia prácticamente ininterrumpida de fenómenos meteorológicos adversos. La intensidad de este tren de borrascas ha sorprendido incluso a los expertos. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha manifestado su asombro ante lo inusual del patrón climático, subrayando la rareza de una sucesión tan constante y agresiva de borrascas en tan corto periodo de tiempo.
Una tregua momentánea en el tren de borrascas
Aunque este miércoles parecía abrirse una pequeña ventana de respiro, la realidad es que la tregua será breve y muy relativa. La AEMET ha advertido que, pese a una ligera mejoría en algunas zonas, todavía se esperan lluvias intensas en Cataluña y Comunidad Valenciana, como parte de los efectos residuales del tren de borrascas. La atmósfera sigue muy activa. Y todo apunta a que lo peor aún no ha pasado.
Este patrón encadenado de borrascas responde a una configuración atmosférica muy específica. Las bajas presiones, procedentes en su mayoría del Atlántico norte, han encontrado una vía libre hacia la península ibérica, empujadas por un fuerte chorro polar. Esta dinámica es precisamente lo que está alimentando este tren de borrascas, que cada pocos días incorpora una nueva perturbación con capacidad de generar lluvias generalizadas y vientos de gran intensidad.
Martinho: la próxima borrasca ya está en camino

Una mujer camina bajo la lluvia en Málaga | EFE
Si alguien pensaba que la situación estaba cerca de remitir, la llegada inminente de Martinho desmiente cualquier optimismo. Se trata de una nueva borrasca nombrada, que se sumará al ya largo historial del tren de borrascas que estamos viviendo este mes. La AEMET ha confirmado que Martinho hará su entrada el jueves, trayendo consigo un nuevo episodio de lluvias generalizadas y rachas de viento fuerte, especialmente en el oeste peninsular.
Según los datos de Meteored, Martinho se está descolgando desde las proximidades de Groenlandia y avanzará en dirección a España durante las próximas horas. La parte más activa del frente afectará con especial virulencia a Galicia, Extremadura y buena parte del suroeste peninsular. Las lluvias serán intensas y, en muchos casos, persistentes. De nuevo, el tren de borrascas mostrará su cara más severa, provocando acumulados de agua que podrían generar nuevos problemas.
Las previsiones apuntan a que el nuevo episodio del tren de borrascas tendrá un impacto notable en comunidades que ya han sido duramente castigadas por las precipitaciones. Andalucía, y en particular las provincias de Huelva y Sevilla, volverán a ser epicentro del temporal. Se esperan lluvias abundantes desde la madrugada del jueves, con acumulados que podrían superar los 100 litros por metro cuadrado en algunas zonas.
Extremadura también sufrirá los efectos directos de Martinho. Las lluvias alcanzarán un carácter torrencial en puntos como Cáceres y Badajoz, donde la situación ya es delicada tras las últimas semanas. El tren de borrascas seguirá su curso hacia el interior peninsular, afectando con fuerza a Castilla-La Mancha y Castilla y León, donde los suelos saturados de agua comienzan a ser un problema añadido.
¿Y cuándo se acaba el tren de borrascas?

Un cielo nuboso a punto de empezar a jarrear | Shutterstock
La gran cuestión sigue sin una respuesta clara. ¿Cuándo terminará este tren de borrascas? Por el momento, los modelos meteorológicos no auguran una estabilidad duradera a corto plazo. La AEMET apunta a que, tras Martinho, podría abrirse una pequeña ventana de mejora en torno a la próxima semana, pero todavía sin garantías. La atmósfera permanece muy inestable, y nuevas borrascas podrían reactivarse con facilidad.
El verdadero fin del tren de borrascas dependerá de que se rompa el flujo atlántico que ahora domina el panorama meteorológico europeo. Para ello, sería necesario un cambio de patrón atmosférico, como la formación de un anticiclón potente que bloquee el paso de nuevas perturbaciones. De momento, ese escenario no se vislumbra de forma clara en el horizonte.