Las llamadas comerciales a teléfonos móviles tienen los días contados. En un plazo de tres meses, las empresas y entidades públicas ya no podrán realizarlas, según una nueva orden ministerial firmada por el Gobierno. La medida busca frenar las estafas telefónicas y la suplantación de identidad que han proliferado a través de la telefonía y la mensajería móvil.
Sin embargo, esta prohibición no será absoluta. Se permitirá la realización de llamadas comerciales desde números 900 y 800, los cuales, hasta ahora, solo estaban habilitados para recibir llamadas. El objetivo es establecer un marco más seguro para los usuarios y evitar que los delincuentes utilicen números falsos para engañar a los consumidores.
La orden ministerial, promovida por el Ministerio de Transformación Digital y para la Función Pública, entrará en vigor en un plazo de 20 días desde su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Sin embargo, algunas de sus disposiciones requerirán más tiempo para su implementación debido a su complejidad técnica.
El ministro Óscar López ha señalado que esta regulación ha sido diseñada tras meses de trabajo junto con las principales operadoras de telecomunicaciones. El objetivo principal es eliminar las prácticas fraudulentas asociadas a las llamadas comerciales, que en los últimos años han aumentado considerablemente.
Bloqueo de llamadas y mensajes fraudulentos
Además de la prohibición de llamadas comerciales desde móviles, la orden establece nuevas medidas para aumentar la seguridad en las telecomunicaciones. Entre ellas, destaca la obligación de los operadores de telecomunicaciones de bloquear:
- Llamadas y SMS de números no atribuidos a clientes o empresas reales, ya que suelen utilizarse para fraudes.
- Llamadas con origen internacional que simulan ser nacionales, salvo en casos de clientes en itinerancia (roaming).
- Mensajes de texto con códigos alfanuméricos no registrados en la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC).
Estas medidas buscan frenar uno de los métodos más utilizados por los estafadores: la suplantación de identidad mediante llamadas que parecen proceder de empresas o instituciones oficiales, pero en realidad son operadas desde el extranjero. Países como Países Bajos o Reino Unido han sido identificados como los principales focos de estas prácticas fraudulentas.
El papel de la CNMC en la regulación de los mensajes comerciales
Uno de los aspectos clave de la nueva normativa es la creación de una base de datos en la CNMC para regular los mensajes de texto con códigos alfanuméricos. Actualmente, muchas empresas utilizan estos códigos para enviar llamadas comerciales o SMS a los usuarios, pero sin un control efectivo sobre quién está detrás de ellos.
Con la entrada en vigor de la orden, cualquier entidad que quiera utilizar este tipo de numeración deberá registrarse en la base de datos de la CNMC. Esta medida pretende evitar que los ciberdelincuentes puedan falsificar identidades y realizar fraudes masivos a través de SMS.