Soluciones para menores

“Con la tecnología, tenemos a un pedófilo en el salón de nuestra casa las 24 horas”

La Fundación SOL nace con el objetivo de proteger a los menores ante los miles de peligros que acechan en internet como el ciberbullying, los deepfakes o el sexting

La Fundación SOL muestra los peligros que acechan a los menores en internet

“Hagamos de internet un espacio más seguro para los menores”. Con esta premisa nace la Fundación SOL, presentada ayer en el espacio Fundación Botín. Hace un año, un grupo de amigos se juntó para hablar de sus hijos. Todos llegaron a la misma conclusión: tenían miedo de todos los peligros que podían acechar en la nube a los pequeños y adolescentes. No sabían qué debían hacer, cómo podían protegerlos o cuál era la legislación vigente.

Ahora la fundación promete poner freno a esto. Lo harán a través de concienciación, prevención y formación. “Lo que no toleraríamos en la vida real, puede pasar desapercibido en internet”, explicó Claudia Caso, directora general. Lo hizo después de mostrar un vídeo muy claro a los allí presentes. En el vídeo se podía ver como unos niños de 12-13 años jugaban sentados en un patio para ver quién le daba un beso a otro. La canción que cantaban justo se paró en un hombre adulto que jugaba con ellos.

YouTube video

Esta situación que a priori da miedo se llama grooming y es a lo que se enfrentan cada día multitud de niños que juegan a videojuegos en línea o son activos en redes sociales. Un hombre se hace pasar por un igual y, con el tiempo, consigue forjar una relación de amistad con un menor de edad.

La importancia de la tecnología para los menores

La directora general también explicó que para los niños y adolescentes, “internet es como el sol. Todo gira alrededor de él“. Sin embargo, pedía que “debemos ser conscientes de los riesgos que supone la sobreexposición“. Es por estas razones que desde la Fundación SOL, ven a la infancia como “un colectivo vulnerable en lo que se refiere a la tecnología”.

Todos estos fundamentos los han acompañado de datos para mostrar la problemática real. El 96% de los niños entre 11 y 14 años tiene un dispositivo electrónico y de ellos, el 85% utiliza Instagram y TikTok. Así mismo, señalaron un dato clave: el teléfono móvil es el principal regalo que se suele dar a un niño cuando hace la comunión. Es decir, sobre los 9 años.

La Fundación SOL también ha querido escuchar a los protagonistas: los menores. Su principal miedo era sufrir ciberbullying. Después se encontraban otras preocupaciones como el robo de contraseñas, acoso sexual, difusión de rumores, sexting y deepfakes. De mayor importancia a menos. De todas estas situaciones, el 22% había sido víctima de deepfakes y el 20% de robo de contraseñas.

También preguntaron a los padres por las herramientas de verificación de edad y de control parental. Los progenitores se sentían más seguros con estos métodos. Sin embargo, los adolescentes admitían que “se pueden trampear”.

Beatriz Izquierdo, responsable de proyectos, por su parte, recogió el testimonio de algunos menores. Una de ellas decía que ella no había pedido la tablet, “me llegó sin tener ni idea”. Aunque reconoce que después en el instituto si pidió el teléfono móvil. Izquierdo hizo un breve inciso para hablar de la legislación, la cual asegura que va “muy lenta” mientras que la tecnología avanza de manera “muy rápida”.

Riesgos del uso de las tecnologías en menores

En la presentación también hubo tiempo para que el director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón, Celso Arango, hablase sobre los problemas de salud que se están generando a raíz del uso de la tecnología. Concretamente, hizo referencia a los transtornos mentales y a los transtornos afectivos. Aunque también se señalaron transtornos alimentarios como la bulimia.

Arango aseguró que la tecnología va a un ritmo vertiginoso “al que el ser humano no está preparado para adaptarse”. Así mismo, recordó que en Europa, el ciberbullying había crecido un 3% en los últimos cuatro años. Situándose en la actualidad con una prevalencia del 16%.

También recomendó a los padres no usar pantallas en las comidas dado que “las pantallas deben ser un complemento y no una alternativa”. Por ello, aconsejaba no utilizarlas antes de los cinco años y de los seis a los nueve con limitaciones y supervisión. A partir de ahí, con diálogo y respetando el sueño y las comidas familiares.

Así mismo, dio otros consejos: fomentar las relaciones sociales y aumentar la edad en el que se regala un teléfono móvil: “Le estamos poniendo un arma en la mano”. También hicieron otra comparación: “Es más sano darle a un niño de dos años una copa de vino antes que una tablet”. Aunque ambas comparaciones sean radicales, hicieron una tercera: “Con la tecnología, tenemos a un pedófilo en el salón de nuestra casa las 24 horas”.

El doctor asegura que en estos años ha habido un alto incremento en la demanda del servicio de “adicciones comportamentales” del Gregorio Marañón. En él ha visto a menores con transtornos de adicción a videojuegos y al sexo debido al consumo de pornografía.

En definitiva, la directora general cree que “es un problema de todos”. Por eso piensa que “el interés superior del menor debe impulsar cuantas medidas sean necesarias para protegerlos”.