Se han hecho conocidas en menos de medio mes y la popularidad de su contenido crece cada vez más. Su público son sobre todo mujeres mayores de 40 años, pero su vitalidad engancha a todo aquel que se cruza con ellas en redes. Su “nombre artístico” es @fityempoderadas, pero en realidad se llaman Ainara Chocarro y Ramona Gorraiz. Tienen 23 y 83 años respectivamente y buscan llegar a mujeres para hacerles ver la importancia de cuidarse y estar fuertes. Conocerlas es entender que hablamos mucho de los “gymbros”, cuando las estrellas deberían ser estas “gymsis”.
Aparta, Sansón, que llega Ramona
Qué quieren que les diga…poco mérito tenía la fuerza de Sansón si lo único que necesitaba hacer para mantenerla era cuidarse el pelo. El secreto de Ramona, de 83 años, es la constancia. Cada día desde hace 19 años va al gimnasio y le cunde, no hay más que verla. La otra mitad de @fityempoderadas se llama Ainara y tiene 60 años menos, es decir, 23.
No son abuela y nieta. No busquen edulcorantes en esta historia. Son dos mujeres fuertes que se conocieron hace un par de meses entrenando y decidieron subir a Instagram un vídeo juntas. El fenómeno ha sido tan viral que se han abierto cuenta conjunta en esa red y ya acumulan casi 7000 seguidores. Quizá les parezca poco, pero la cuenta tiene apenas dos semanas y solo 10 vídeos subidos. Visto así, sus cifras impresionan. Su próximo objetivo es motivar a mujeres de todas las edades. “Buscamos darnos a conocer y crear un programa de entrenamiento y alimentación. Ya tenemos cuenta en Instagram, estamos en tiktok y queremos estar en youtube”, nos cuenta Ainara.
En esta pareja, Ramona llama especialmente la atención. Viuda, de 83 años y con una vitalidad que ya la quisieramos muchas a su edad. Bueno, a su edad… y antes. “Estoy divina, me siento empoderada. Estoy feliz con mi salud. Hago ejercicio, musculación, dieta sana… ¡estoy de 10!”. Y de 20. Tan bien, tan, tan bien, que la gente no se cree su edad. Ainara no tarda en dar fe: “Los tiene, los tiene, que lo he visto: 83 años”. Ramona sonríe (es el gesto que lleva su cara de serie) y nos cuenta que ha trabajado mucho. Que era empresaria y hacía jornadas de 14 horas. “Éramos pocas mujeres y batallar en un mundo de hombres era complicado”, recuerda.
También nos explica que tiene dos hijos, uno de ellos a punto de jubilarse. Y, en este punto, es cuando Ramona se sincera y nos dice por qué empezó a levantar pesas. “Yo siempre he sido activa. En mi época había menos ascensores… pero hace 19 años a mi marido le dio un infarto cerebral. Ahí vi que me hacía falta entrenar. Yo tenía que estar fuerte, tenía que poder moverle para ayudarle”. Dejó el trabajo por él. Y se hizo fuerte por los dos. “Una vez me recomendaron que fuera al hogar de jubilados a hacer talleres. Me di cuenta de que cuando cumples los 65 años da la sensación de que solo puedes caminar y hacer aquagym. ¡Yo no quería hacer solo eso!”, se ríe. También nos explica que no ve nunca a gente de su edad en el gimnasio. “No he conocido a nadie de mi edad que practique deporte”.
En este punto, Ainara interviene: “la gente mayor nunca ha pensado que esto es para ellos. Muchos tienen miedo a las pesas. Pero lo cierto es que no hace falta mover pesas para trabajar la fuerza. Se puede empezar con bandas de resistencia. Y claro, con trabajo progresivo, por supuesto que se puede avanzar. Además, la masa muscular es muy importante. Protege los órganos y los huesos”.
“Vamos, que eso de gimnasia de mantenimiento… nada, ¿no?”, le preguntamos con un poco de ironía. “¿Qué vas a mantener?¿Realmente tienes masa muscular? Lo primero que hay que hacer es crearla para poder mantenerla”. Así de claro. “Mucha gente -continúa Ainara- piensa que la solución de todo está en la dieta y dejan para el final la fuerza. Ponen por delante cosas como el correr, por ejemplo. Pero la fuerza es muy importante”.
De mayor quiero ser tan fuerte como Ramona
Noooo, no hablamos de grandes cantidades. Ramona no entrena con mucho peso, aunque en algunas máquinas mueve más de 80 kilos. Lo suyo es hacer más repeticiones con un peso controlado “pero hacerlas bien, con técnica, controlando la respiración…”, explica. También le gusta el pilates y es tan coqueta como el brillo que su personalidad merece. “Cuando la gente me dice que cómo puede estar como yo, les contesto: tú, con 35 años, ¿te vas a comprometer a venir al gimnasio hasta los 83 como yo? ¡Pues eso!”.
Es clara, es directa y, como ella dice, “es divina”.También está, si nos permiten la licencia, más fuerte que el vinagre. Por cierto que Ramona, el pelo , también lo tiene precioso. Incluso más que Sansón.