GENERACIÓN CONECTADA Phil González
Actualizado: h
FacebookXLinkedInWhatsApp

Comer, correr y sudar: esas originales apps para ligar

Hubo un tiempo (no tan remoto) en que ampliar círculos de amistades pasaba por apuntarse a un viaje para solteros, aprender pintura en varias clases, o para los atrevidos, salir por ahí solos por las noches. El trekking dominical por la sierra también tuvo su época. Ese “Tinder botas” (dejando los tacones para otras ocasiones) prometía química entre bocata de tortilla y hacer cima, y si todo salía como debía, unos picos y para casa.

Hoy la forma de conocer a gente ha cambiado. Hasta las apps de citas, que fomentan el amor a primera vista, han terminado dejando a muchos en punto muerto. Sufren un desgaste al cual sus desarrolladores no encuentran remedio. El factor serendipia ya no cuela. Cruzarnos por casualidad en unas instantáneas, ya no transmite la misma vibra. ¿Quizá haya que volver a métodos de toda la vida, encontrar a una persona que tenga los mismos hábitos, las mismas pasiones y rutinas?

Entre todas las aficiones, el deporte se ha erigido en una nueva cancha de juego, para conectar, divertirnos y, ¿por qué no?, tener un match verdadero. “¿Salimos a correr?”, “¿te apetece un pádel esta tarde?”, o “¿compartimos ruta en bici?” son los nuevos mensajes de acercamiento en el campo de los sentimientos. Después de los recorridos por la naturaleza, visitar museos o cenar con personas desconocidas, el deporte se ha convertido en el nuevo pretexto para ligar de forma activa.

Cuando salir a correr deja de ser un castigo

Toda esta tendencia es sencilla de entender: la amistad o el sentido del querer se teje en vínculos diarios, reales en cualquier menester. Adiós a las conversaciones eternas para conocer a otros a través de frías pantallas, las apps siguen ahí presentes, pero actúan ahora como conectoras de perfiles de intereses similares.

Según datos recientes de Strava, la aplicación de moda, el 59% de los usuarios afirma que prefiere conocer gente en actividades grupales y deportivas. También dicen que desde que se corre entre amigos y en grupo, beben menos alcohol y disfrutan más del entrenamiento. Hace unos años, de hecho, nació Beer Runners, un simpático grupo de corredores que se ejercía por el Retiro, y luego acababa tomando cañas en cualquier garito. Quedaban por Instagram, como la principal herramienta de administración de las quedadas, pero hoy y para eso, Strava se ha convertido en la plataforma idónea.

Este giro de los acontecimientos responde a algo que ya llevamos tiempo notando: las citas rápidas que dan lugar a chats maratonianos y, a menudo, sin premios al cruzar la línea, resultan agotadores y cansinos.

Ahora se van buscando conexiones más “orgánicas”, donde nos caemos bien sin llevar 20 filtros y stickers encima. Y si hay que ponerse zapatillas, mallas y salir a correr a las 7 de la mañana, seguro que ese futuro compañero o compañera podría merecer la pena.

Las apps de fitness emocional

Strava empezó como una app para aficionados joggers y ciclistas, pero ha ido evolucionando hacia una plataforma global. Una red social parecida a un gimnasio de barrio, pero con un tablón de anuncios digital. Ahí no solo compartimos nuestros tiempos e ideas de rutas, también se ponen “me gusta”, se aplauden logros y se organizan quedadas. Hay más de 150 categorías de deportes, desde paddle surf hasta yoga, aunque probablemente las más concurridas sean correr, el pádel y la bicicleta. En España, el crecimiento ha sido brutal, especialmente entre las mujeres de entre 25 y 40 años que se han decantado por conocer gente durante una carrera o después, aperitiveando.

Lo curioso es que incluso en este género de ligoteo deportivo ya han surgido adeptos a las trampas. Leí el otro día que, en Francia, ya hay runners avispados que cobran por correr en tu lugar para que luego en Strava, parezcas ser un auténtico atleta. La app ya está buscando fórmulas para contrarrestar esta “inocentada” y recorridos fantasmas.

Meetup fue una de las primeras herramientas para reunir a gente con misma afición por todo el planeta. La utilicé hace años para reunir a miles de Instagramers por todo el planeta. Es un clásico que nunca muere, que permite juntar adeptos al senderismo para caminatas lentas, a la escalada en pareja o a lo que se te ocurra.

Hay otras alternativas más modernas como Playtomic, un asistente personal de pádel que encuentra pistas, parejas y hasta planes postpartido. Los nervios durante el primer peloteo con tu compañero nuevo pueden superar los de una cita a ciegas o un encuentro secreto. Y siempre podrás organizar una revancha si se te dio bien la tanda. Y si el deporte no es para ti y prefieres la gastronomía, Timeleft juega en otra liga. La app organiza grupos de personas impares para unas cenas entre semana en deliciosos locales. Tú no eliges con quién te sientas, pero el algoritmo suele hacer bien las cosas. Si hay chispa, brindas. Si no, al menos te diviertes, abres horizontes y cenas.

Lo que une a todas estas plataformas no es tanto el rendimiento gastro-deportivo, sino el anhelo del encuentro. Todo no debe ser siempre con velas y romántico, los amoríos más bellos han surgido de las curiosidades del destino. De hecho, en mi recién lanzado pódcast “Casualidades de la Vida”, trato con esas personas que han encontrado, en la actividad más inesperada, su media naranja y se han enamorado.

¡Adiós a los bares, hola a los esprints sociales!

¿Evolución natural o vuelta a lo tradicional?, ¿mezcla de artesanal con una pizca de digital? Después de años tirados en el sofá esperando a que los algoritmos hagan magia, el cuerpo pide a que le demos un poco más de caña. Seguiremos exponiéndonos a ese momento de la verdad, al morbillo de conocer a otra persona y ver si nos cuadra, pero en este caso, al menos que nos dé alguna alegría, cuidemos nuestra condición y liberemos endorfinas.

Estas apps rebajan esa presión del primer encuentro a través de una excusa, dejando el potencial flechazo o conexión en segunda plana. La gente no te pregunta de primeras si buscas una relación o una duradera pareja, más bien si te apetece más correr por la ciudad o la montaña.

Así que, si estás cansada de fotos de perfiles editadas, con el surf, la moto o unas frases inspiradoras, prueba con un buen esprint social, corre la primera en la línea de salida. Reserva pista y lanza tu primera bola. Lo que empieza como un simple partido podría acabar siendo el mejor de tu vida.

TAGS DE ESTA NOTICIA