Asciende a 214 el número de personas fallecidas por la DANA, la gran mayoría en la Comunidad Valenciana

No hay una cifra de desaparecidos hasta el momento

Afectados por las inundaciones en la localidad conquense de Mira este miércoles, tras el paso de la Dana que azota principalmente la zona este y sur de España EFE/ Álvaro del Olmo

Las víctimas mortales por el paso de la DANA en España ascienden a 214, la gran mayoría en la Comunidad Valenciana (210), tres en Castilla-La Mancha y una en Málaga.

En Castilla-La Mancha, la cifra se ha actualizado tras el hallazgo la mañana de este domingo del cuerpo sin vida de una de las cinco personas desaparecidas en la localidad albaceteña de Letur, la más afectada en esta comunidad por la DANA.

El último balance de fallecidos por el paso de la DANA por la provincia de Valencia deja 210 víctimas mortales, según ha informado el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana.

Hasta el momento, no hay una cifra oficial de personas desaparecidas en la provincia de Valencia.

Esta DANA es uno de los desastres naturales más graves de los últimos 75 años en España, por delante incluso de la riada de Biescas (Huesca) en 1996, con 87 fallecidos, y la riada del Turia en 1957, en la que perdieron la vida entre 80 y 100 personas.

Aunque no está claro cuál ha sido el desastre natural con mayor número de muertos en España debido a que solo en las últimas décadas el recuento de víctimas ha seguido una contabilidad más precisa y fiable, las riadas del Vallés de la provincia de Barcelona, en septiembre de 1962, está considerada como la mayor catástrofe natural de la historia reciente, con entre 600 y 1.000 víctimas mortales, además de miles de heridos y una gran cantidad de pérdidas económicas.

En segundo lugar, se sitúa la tormenta que en octubre de 1973 se cobró la vida de al menos 150 personas en las provincias de Granada, Almería, Alicante y Murcia. Fue en esta última región en la que unas lluvias torrenciales provocaron más daños, con un total de 89 fallecidos.

Le sigue el reventón de la presa de Vega de Tera, en la localidad zamorana de Ribadelago, que fue ocasionado por fuertes lluvias torrenciales el 9 de enero de 1959. Con la rotura del dique se liberaron ocho millones de metros cúbicos de agua, arrasando con el pueblo y llevándose por delante la vida de 144 de sus 523 vecinos.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha asegurado este miércoles que esta DANA es la gota fría “más adversa” de lo que va de siglo en la Comunidad Valenciana, con un impacto y registros superiores a la DANA de septiembre de 2019 y a la altura de los dos grandes temporales de los años ochenta, el de octubre de 1982, la pantanada de Tous que dejó al menos 30 muertos; y el de noviembre de 1987, con cuatro fallecidos.

Desastres Biescas y riada del Turia

Detrás de esta DANA se encuentra, por número de víctimas, la riada del camping de Biescas, en la provincia de Huesca. Ocurrió el 7 de agosto de 1996, cuando una crecida repentina del torrente de Arás arrasó el camping Las Nieves, provocando la muerte de 87 personas y dejando heridas a más de 187.

Por su parte, la riada de Valencia en 1957 anegó la ciudad, causando al menos 81 muertos, miles de damnificados, además de cuantiosos daños materiales. De hecho, este suceso marcó el devenir y desarrollo de Valencia, llevando a cambiar en 1973 el cauce del río Turia con el fin de evitar que se repitiera una catástrofe de la misma magnitud.

También fue mediática la riada de Bilbao del 26 de agosto de 1983, cuando debido a un diluvio el río Nervión se desbordó, ahogando a 34 personas y arrasando el casco viejo bilbaíno, así como las riberas de otros municipios limítrofes.

Asimismo, en 1957 perdieron la vida 34 personas en la isla de la Palma, en lo que se conoce como la ‘Tragedia del Llanito’, cuando un temporal recorrió el archipiélago canario y provocó lluvias torrenciales. El desbordamiento, además, destruyó multitud de casas y destruyó grandes hectáreas de cultivos.

Tampoco quedan lejos la riada de Badajoz de 1997 que dejó 25 fallecidos, y que provocó numerosos daños en la capital pacense, o la riada del Tamarguillo de Sevilla en 1961, recordada por la tragedia de la operación de rescate ‘Clave’, en la que una avioneta que acompañaba a una caravana de auxilio se enredó con unos cables de alta tensión y se precipitó contra una multitud, provocando la muerte de 20 personas y más de 100 heridos.

Por debajo de la cifra de 20 muertos, los desastres naturales en las pasadas décadas son innumerables, aunque entre los más destacados se encuentra el terremoto de Lorca (Murcia) en 2011, en el que un temblor de magnitud 5,1 provocó la muerte de 9 personas y dejó heridas a 324.

Además de los incendios y olas de calor que se han producido en España, cada vez con más asiduidad debido al cambio climático, en los últimos años ha habido otros fenómenos naturales recordados no tanto por la muerte de personas sino por el coste material, como fue la erupción del Volcán de La Palma de 2021 o la nevada de ‘Filomena’, que afectó a extensas partes del país a principios de ese mismo año.

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